Ayer de madrugada volvió a llover con intensidad. Tanto que en nueve horas se acumularon 21 litros de agua por metro cuadrado en Simes (Meaño), 20 en A Lanzada (O Grove), 30 en Armenteira (Meis) y 32 litros en Corón (Vilanova).

Esta circunstancia hace que el nivel de los ríos se incremente notablemente, y aunque esto causa trastornos, como sucede con las inundaciones que afectan a viviendas, fincas y carreteras, no es menos cierto que estos fenómenos naturales también dan lugar a imágenes ciertamente espectaculares que vale la pena disfrutar.

Especialmente hermosas están en la actualidad las Fervenzas de Raxoi y Pedrafita, en el Concello de Valga y dentro del río que da nombre a la localidad.

Son muchos los que en esta época del año quieren disfrutar del espectáculo de la naturaleza y pasean a orillas de este río que discurre cerca de la capilla de Os Martores y se adentra en un estrecho valle esculpido por el cauce fluvial con caprichosas formas y rodeado de una vegetación autóctona que aumenta la belleza del entorno.

Vertiginoso descenso

Entre los lugares de Raxoi y Pedrafita el río cruza una zona rocosa desciende cincuenta metros en un tramo de apenas doscientos, de ahí que se formen estas cascadas tan populares.

Al margen de estas y otras envidiables vistas que pueden disfrutarse estos días gracias a la crecida de los ríos, hay que indicar que esta situación también permite observar aves poco habituales o algunas que, aún siendo frecuentes, tratan de adaptarse al nuevo hábitat.

Esto hace que también los ornitólogos estén muy atentos a lo que sucede en cauces como los del Ulla y el Umia.