Los ríos y regatos de O Salnés y el territorio Ullán están desbordados como consecuencia de las incesantes precipitaciones, que también han obligado a cerrar instalaciones educativas y/o deportivas en diferentes puntos de la comarca.

Al mismo tiempo, el temporal de viento y lluvia ha interrumpido la circulación en calles, carreteras y caminos, además de provocar la caída de árboles. En definitiva, que ha causado nuevos e importantes trastornos, los cuales se resumen a continuación.

VÍDEO | El río Umia a su paso por Fervenzas de Segade. // Noé Parga

Desbordamientos

En lo referido a los desbordamientos, puede hablarse de decenas de cauces fluviales que, en mayor o menor medida, están causando problemas, ya sea por anegar campos de cultivo o por provocar el cierre de vías de transporte.

Prácticamente desde O Grove hasta Pontecesures, pasando por Meis, Ribadumia, Vilanova, Catoira y Valga, en todas las localidades se han registrado complicaciones con el nivel de estos cauces.

No cabe duda de que el ejemplo más llamativo, y de ello se habló ya en los últimos días, es del río Umia, desbordado prácticamente desde Caldas hasta su desembocadura en Cambados, con especiales complicaciones en Vilanoviña, Baión, Cabanelas, Pontearnelas y otros lugares de la comarca de O Salnés.

Incluso el Ulla ha alcanzado un nivel tan importante que los pescadores de lamprea decidieron interrumpir la campaña, con la esperanza de que las aguas bajen un poco.

El principal aporte fluvial de la ría de Arousa ofrece desbordamientos puntuales a lo largo de su curso, sobre todo en las brañas de Laíño, a su paso por Pontecesures, Catoira y Valga.

En este último municipio los miembros del Grupo de Emergencias Supramunicipal (GES) tuvieron que redoblar esfuerzos durante la jornada de ayer por el desbordamiento de otros ríos y riachuelos.

Destaca el enorme caudal del regato que atraviesa A Devesa, como también el del río Louro en los lugares de Casanova y Forno.

Asimismo, se salió del lecho fluvial el río Valga, por ejemplo a su paso por Carballiño, "y el problema es que el nivel sigue subiendo y esto va a peor", según esgrimían a primera hora de la tarde en los servicios de emergencia valgueses.

VÍDEO | El Umia en Segade. // Noé Parga

Carreteras cortadas

En este municipio, precisamente a causa de las inundaciones, se cortaron diversas vías de circulación, entre ellas las de Devesa, Baño-Carballiño y los pasos inferiores de las vías del tren en Forno y Campaña.

Como también se registraron inundaciones puntuales y se formaron significativas y peligrosas bolsas de agua en las vías de circulación de Vilagarcía, como pudo constatarse una vez más en la avenida Rosalía de Castro, a la altura de las playas.

Otros problemas

A los problemas con el agua se añadieron los derivados de la caída de árboles, ramas, contenedores y todo tipo de objetos, lo cual se repitió en diferentes localidades arousanas, entre ellas Cambados y Grove, en este último caso con el agravante de la aparición de grandes manchas de gasóleo en las calzadas de O Con y Lordelo que tuvieron que limpiar con urgencia los miembros de Protección Civil.

Sin salir de la localidad grovense puede decirse que el viento volvió a causar problemas en la isla de A Toxa.

Observación meteorológica

Quizás sirva como referencia decir que hasta las cuatro de la tarde de ayer se registraron rachas de viento de más 70 kilómetros por hora en la estación meteorológica de A Lanzada, donde en lo que va de año ya se alcanzaron picos de 99 kilómetros por hora y a causa de las intensas lluvias se acumularon 105 litros de agua por m2.

Aunque más llovió en Armenteira (Meis), que desde las cero horas del 1 de enero hasta las 16 horas de ayer acumuló 160 litros por metro cuadrado; por encima de los 148 acumulados en ese mismo periodo en Pé Redondo (Meis), los 127 de Corón (Vilanova), los 111 litros por metro cuadrado de Simes (Meaño) o los 109 registrados en Barrantes (Ribadumia) en este lluvioso arranque de 2016.

Canchas impracticables

GALERÍA | El pabellón de Fontecarmoa, anegado. // Iñaki Abella

La dinámica habitual de clubes y centros académicos de la comarca también se vio alterada por la indisposición para la práctica deportiva de varios de los pabellones de la comarca. Dos de los recintos que presentaron un peor aspecto a lo largo del día fueron los de los institutos Miguel Ángel González y el Ramón Cabanillas de Cambados.

En el pabellón de Carril las goteras hicieron acto de presencia durante las últimas horas y la pista de madera se convirtió en un lugar de enorme dificultad para mantener el equilibrio. Las clases tuvieron que suspenderse debido al riesgo de lesión.

Exactamente lo mismo sucedió en el nuevo pabellón del IES Ramón Cabanillas. El aspecto que presentaba la nave era impropio de un pabellón que fue estrenado hace escasos meses. Las bolsas de agua en medio de la pista debido a las goteras de la cubierta y la falta de unos adecuados conductos de desagüe continúan a la espera de solución.

El concejal de Deportes de Cambados, Víctor Caamaño, sigue culpando directamente a la empresa Copcisa como la culpable de ello a la hora de no poner solución, "hay claras muestras de que no está por la labor de arreglar una obra que está absolutamente en precario. Es la Diputación la que tiene que exigir responsabilidades desde ya".

Caamaño fue mucho más allá a la hora de mostrar su enfado con un problema que está limitando tanto la actividad del centro como la del Club XAV de voleibol, "este problema requiere de un arreglo rápido y no nos podemos permitir el lujo de una situación lenta".

En Vilagarcía los deshumidificadores y cañones de calor estuvieron a la orden del día para paliar las carencias en cuanto a aislamiento y calefacción de sus pabellones principales. En Fontecarmoa durante la mañana fue imposible cualquier tipo de actividad. Lo mismo sucedió en los pabellones de Castelao y Fexdega. Ante el temor de caídas y lesiones, los entrenadores de los clubes vilagarcianos limitaron sus entrenamientos a ejercicios estáticos y sin oposición.

Incluso en el flamante pabellón de O Grove se registraron los efectos de la humedad en la zona de vestuarios. No así en una pista que soportó sin problemas la actividad fijada para el día de ayer.