Los fuertes vientos y el intenso oleaje de los últimos días han provocado importantes daños en la ría de Arousa, sobre todo en los parques de cultivo flotantes de ostra y mejillón, además de provocar el hundimiento de varias embarcaciones amarradas en diferentes puertos e incluso de un pesquero que se encontraba en plena faena.
En el caso de las bateas que han quedado total o parcialmente destrozadas, puede decirse que las hay que se han soltado de sus fondeos y se han ido a la deriva, mientras que en otras las condiciones adversas provocaron importantes roturas.
De este modo, flotan entre aguas tanto bidones de gran tamaño como vigas, puntones, cuerdas de las empleadas para el cultivo de mejillón, cestas utilizadas para la ostra y otros artefactos que ponen en peligro la navegación.
A esto se suman los restos de la carga e incluso del casco de las embarcaciones que han sufrido hundimientos -tanto recientemente cono en el pasado- o fuertes embestidas a causa del viento.
Y eso sin olvidar las artes de pesca -sobre todo redes de enmalle- que han sido arrastradas hacia zonas donde también constituyen una amenaza para la flota.
Todo ello constituye una amenaza que ha obligado a intensificar el trabajo de las empresas arousanas dedicadas a reflotar barcos, reparar bateas y a todo tipo de servicios de emergencia y mantenimiento en el mar.
En los próximos días podrán evaluarse más en profundidad los daños sufridos por la flota y los viveros flotantes, ya que el mal tiempo reinante impide realizar ahora las comprobaciones oportunas.
Pero en Servicios Marítimos Cuico, por ejemplo, ya se han tenido que emplear a fondo durante la última semana. El miércoles reflotaban un barco pesquero de Cambados que se hundía frente a Vilagarcía, después de que el temporal provocara un corrimiento de su carga.
Asimismo, entre el viernes y el sábado los operarios de esta empresa con sede en Cambados tuvieron que reparar y asegurar varias bateas que, también a causa del oleaje y las corrientes, sufrieron roturas en el emparrillado o perdieron sus flotadores.
Desde Cuico explican igualmente que en los últimos días llegó un bidón de batea al muelle de Cambados, donde aún permanece.
Todo esto es solo un ejemplo de lo que sucede en la ría cuando se registran temporales tan intensos como los últimos, de ahí que se recomiende a la flota que extreme las precauciones.
Es por todo ello que diversos armadores y tripulantes muestran su preocupación. Es cierto que llevan días amarrados a puerto, pero temen que en cuanto retomen su actividad diaria puedan sufrir algún percance a causa de esos objetos que flotan en la ría, y que en las últimas jornadas han sido avistados tanto en aguas de A Illa como de Cambados, Vilanova, Vilagarcía y O Grove.
"Cuando hay este tipo de temporales suelen quedar a la deriva todo tipo de objetos, algunos muy contundentes pero difíciles de ver entre el oleaje, por lo que colisionar con cualquiera de ellos puede provocar una vía de agua y generar enormes problemas", esgrimen los bateeiros y mariscadores consultados ayer.
