La primera madrugada del año registró una pelea en un bar situado en la parroquia de Rubiáns. Varias personas se vieron implicadas en una algarada que incluso necesitó de la intervención policial para poner fin a una confrontación que llevaba visos de terminar con serias consecuencias.

Alrededor de las cuatro de la mañana se inició la pelea que previamente había tenido su prólogo en una discusión entre algunos de las personas que celebraban la entrada en 2016. Tras un diálogo altisonante entre varios de los que se encontraban en el local, tres de ellos abandonaron el bar. Sin embargo, cuando todo parecía haberse calmado, momentos después los tres jóvenes volvieron al lugar de los hechos mostrando una enorme agresividad y portando palos, dando origen a una importante trifulca con las personas que se encontraban allí.

Tras el intercambio de golpes también hubo vasos y botellas que fueron arrojados. Una de ellas impactó en una de las lunas del bar que terminó rota, siendo éste el daño material más aparatoso. La llamada a la policía terminó por reducir la pelea, si bien nadie de los allí presentes decidió poner una denuncia tras lo sucedido.

Testigos presenciales señalaron que la posterior visita al Hospital de O Salnés de alguno de los tres jóvenes que retornaron al bar, también registró un enfrentamiento verbal con algunas de las personas que en ese momento se encontraban en urgencias esperando atención.