A pesar de descender el número de habitantes por debajo de los 5.000, A Illa mantendrá los ingresos por tributos del Estado el próximo ejercicio, ya que no se deducirá el dinero hasta el año 2017. El alcalde del municipio, Carlos Iglesias, reconocía ayer que la participación del pequeño municipio arousano en los recursos del Estado para 2016 está "totalmente garantizada, ya que el ejercicio económico de 2015 no se cierra hasta el próximo año, por lo que no se puede aplicar esta deducción hasta el siguiente ejercicio, que será en 2017".
Aunque el municipio pueda recuperar población el próximo año, "los datos del Instituto Nacional de Estadística nos dejarán sin esos tributos durante 2017, pero los recuperaríamos en el siguiente ejercicio", explica. El regidor mantiene que el Concello se encuentra en disposición de volver a superar la barrera de los 5.000 habitantes y subir de categoría, lo que le reporta a sus arcas unos ingresos que rondarían los 100.000 euros y que resultan importantes para mantener la estabilidad económica de las arcas municipales y acometer diferentes actuaciones con fondos propios.
Así, la cantidad de los tributos del Estado estará incluida dentro de los presupuestos para el próximo año, que estará por encima a tres millones de euros, cifra que hacía varios ejercicios que no se alcanzaba.
Desde hace años, A Illa y el INE mantienen una dura pugna por los datos de población, ya que los sucesivos padrones de habitantes que actualiza la administración municipal indican que estarían por encima de la barrera de los 5.000 habitantes. Sin embargo, desde el INE se ha puesto en cuestión este dato en varias ocasiones, obligando a ambas administraciones a contrastar todos aquellos datos en los que existía algún tipo de diferencia.
En esta ocasión, el problema es que la caída durante el año 2014 (El INE publica los datos de cierre de ejercicio a 1 de enero de 2015) ha sido mayor que en otras ocasiones, ya que se ha pasado de 5.006 a 4.956 habitantes, medio centenar de personas que va a ser muy complicado recuperar. De todas formas, el regidor isleño es bastante optimista al respecto ya que la pasada primavera, ya en 2015, se registró "un importante número de empadronamientos en el municipio que creo que nos va a beneficiar en esa disputa que mantenemos con el INE por el número de habitantes".
Tras años de intentos por superar la barrera de los 5.000 habitantes, A Illa consiguió ese objetivo en 2012, cuando desde el Instituto Nacional de Estadística se le reconoció que contaba con 5.020 vecinos. Sin embargo, al año siguiente, volvió a perder la categoría, al fijar el ente la población del pequeño municipio arousano en 4.953 habitantes. Tan solo doce meses después, la situación volvía a favorecer al municipio arousano, ya que este se recuperaba de ese bajón y se convertía en municipio de segunda categoría al volver a cruzar la línea de los 5.000 habitantes, pero tan solo con 28 personas por encima de esa cifra. El pasado año, la cifra se redujo hasta los 5.006, lo que le permitió estrenar en las últimas elecciones, una corporación de trece ediles.
Alcanzar un objetivo que se llevaba persiguiendo desde hace años fue posible gracias a un extenso trabajo de campo en el que se analizó, uno por uno, todos los casos en los que se discrepaba con el Instituto Nacional de Estadística.
Las principales discrepancias venían por errores en el Documento Nacional de Identidad (DNI) o por datos personales como la dirección, que provocaban las constantes fluctuaciones que frenaban la expansión poblacional del municipio. Los funcionarios municipales se encargaron de localizar a todos esos vecinos dudosos para comprobar que, realmente, estaban empadronados en el Concello de A Illa.
