Vientos que rozaron los 100 kilómetros por hora y una lluvia que consiguió desenmascarar las deficiencias de varios recintos deportivos de la comarca de O Salnés fueron las incidencias más importantes que dejó el temporal que ayer azotó la ría de Arousa. La Dirección Xeral de Emerxencias había activado la alerta naranja para el entorno de la ría de Arousa para la madrugada de ayer, cuando comenzó a soplar un viento que llegó a rozar los 100 kilómetros por hora, derribando algunos árboles aislados y contenedores, pero sin causar grandes problemas.

La racha más alta de viento fue registrada por la estación meteorológica que posee Meteogalicia en la playa de A Lanzada, donde se alcanzaron los 96,5 kilómetros hora, mientras en Corón, ya en el interior de la ría, la cifra fue de 91,4. En las estaciones interiores (Barrantes, Simes y Armenteira) el viento osciló entre los 50 y los 56 kilómetros por hora.

Más que el viento, lo que provocó mayores problemas en la jornada de ayer fue la lluvia, sobre todo, la tromba de agua que descargó una tormenta sobre las 13,00 horas. El punto donde más litros por metro cuadrado se recogieron fue en Armenteira, donde descargaron 36,8 litros por metro cuadrado, mientras en Corón, los medidores de Meteogalicia recogieron 18,8.

Las principales víctimas de esta tromba fueron varias instalaciones deportivas de la comarca de O Salnés, sobre todo el pabellón del instituto Ramón Cabanillas de Cambados y los recintos de la calle Castelao y de Fexdega en Vilagarcía, infraestructuras que ayer mostraron gran parte de sus carencias.

En el primero de los pabellones se han acostumbrado a que, cada vez que llueve, la cancha de baloncesto se convierta en una piscina de agua, algo muy grave, sobre todo si se tiene en cuenta que hace menos de un año que la Diputación invirtió 600.000 euros en cambiar la cubierta por las deficiencias que presentaba esta instalación deportiva. El edil de Deportes de la villa del albariño, Víctor Caamaño, apuntaba ayer que lo ocurrido ayer "demuestra que es un problema de la cubierta porque cada vez que caen unas gotas, la pista se inunda", descartando así la excusa de la empresa constructora que responsabilizaba de las inundaciones a los canalones del desagüe.

Otro pabellón que fue remodelado recientemente y que ya evidencia sus limitaciones es el de la calle Castelao de Vilagarcía. En esa infraestructura el agua se filtró a través de las columnas y llegó a acumularse en la pista, dejando parte de la misma muy húmeda y totalmente impracticable. Por la tarde, después de amainar el temporal, todavía eran visibles los efectos del agua, especialmente en las columnas del pabellón, algo que los usuarios consideran "inaudito" sobre todo si se tiene en cuenta que fue remodelado hace apenas un año.

También en Vilagarcía, la zona sur del pabellón de Fexdega resultó afectada por el agua. Allí se levantaron las arquetas y el agua afectó a toda la zona de las pistas deportivas.