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Los coros y bandas de Meaño visten la Navidad de música

El tradicional Festival de Panxoliñas es la única cita del año que reúne a todas las agrupaciones meañesas - Congregó a unas 400 personas

El festival se celebró en las bodegas Vionta, en Simes. // Noé Parga

Meaño vistió ayer su Navidad de música con el tradicional Festival de Panxoliñas que congregó a 400 personas, las cuales llenaron el aforo del salón de las bodegas Vionta, en Simes, para presenciar un concierto protagonizado por los seis coros activos en el municipio, las bandas infantiles de la Escola de Música y la Unión Musical de Meaño.

Entre los coros, un año más, el de voces blancas de la Escola de Música de Meaño, que aunaba a medio centenar de niños dirigidos para la ocasión por Diego Javier Lorente -la directora titular Marina Penas no pudo estar con ello por problemas de agenda-, puso la nota de emotividad en el auditorio con la interpretación en este caso de sus villancicos "Os mariñeiros", "yo no sé que tendrá" y el "Burbullas máxicas", que levantaron algunos de los aplausos más cálidos del evento.

Previamente actuaban las agrupaciones Ría de Dena y San Miguel de Lores, dirigidas ambas por Josefa Dorado; San Xoán de Meaño, bajo la batuta de Cristina Castro; Santa Eulalia de Xil, con Ignacio Varela y Santa Lucía de Dena, dirigida por Cristina Mariño, ante la ausencia también de la directora titular.

La cita, ya tradicional, se ha convertido en punto de encuentro -el único- de los coros meañeses a lo largo del año. Unos coros que nacieron en su día -hace dos y tres décadas- ligados a una vertiente religiosa en sus respectivas parroquias, a cuyo amparo siguen hoy manteniendo su vigencia. Con una edad media ya avanzada en la mayoría de sus componentes, mantienen su actividad, en gran medida, merced a la ilusión que estos derrochan en cada ensayo.

Una de la directoras de mayor recorrido en estas agrupaciones, Josefa Dorado, lamentaba el poco apoyo del Concello: "El apoyo es nimio -afirmaba-, apenas 400 euros al año de subvención y, con unas diez o quince actuaciones por año los coros se las ven y se las desean para poder pagar a sus directores".

Falta de relevo generacional

Ignacio Varela, con 72 años y más de 30 dirigiendo al coro de Xil, se siente hasta responsabilizado: "Temo que el día que lo deje el coro éste se disuelva -afirma- porque no hay gente joven que quiera entrar en este mundillo".

Cristina Castro, por su parte, reconoce que el hecho de que no entre gente joven "se debe en gran parte al tirón que en Meaño tiene la Escuela de Música y su coro, porque yo en Barro, de la noche a la mañana, he reunido más de una treintena de niños en un coro de voces blancas que me está sorprendiendo".

Tras los coros le llegó el turno a las bandas de la Escola de Música y la Unión Musical de Meaño, ambas dirigidas por Diego Javier Lorente. La primera interpretó las obras "Mucha marcha", compuesta por el propio director, y "Mi primer pasodoble", mientras que la segunda ofreció "Suspiros de España" y "Four Spanish Impresions".

Y el broche navideño lo puso la Unión Musical de Meaño y el Coro de la Escola de Música, que interpretaron juntos los villancicos "Noche de Paz", "Campana sobre campana" y "Arre borriquito" para deleite de un auditorio entregado.

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