El marisqueo a pie del margen sur de la ría de Arousa cerrará este 2015 con similares o mejores resultados que el ejercicio anterior. Si la balanza mantiene el equilibrio o se inclina al alza dependerá de cómo termine la campaña navideña, la más importante del año para el sector. Con todo, las responsables de las agrupaciones sectoriales consideran que ha sido un año "bueno", salvado por precios altos ante el descenso generalizado de capturas. Además, la venta de japónica ha actuado de "salvavidas" para las mariscadoras arousanas.

Y es que tanto la almeja fina como el berberecho prácticamente no se han trabajado a lo largo de este año. La vicepatrona y presidenta del marisqueo a pie de Cambados, María José Cacabelos, califica el 2015 de "nefasto" para el berberecho, mientras que de japónica "tuvimos más cantidad que el anterior año porque invertimos más esfuerzos en cultivarla", explica. De la fina, la más cara para los consumidores, "hubo mucha mortandad por las altas temperaturas del agua", lamenta la cambadesa.

Su homóloga en Vilanova, María José Vales, observa una situación similar. "Los precios fueron buenos y nosotras registramos más capturas. La japónica estuvo entre 7 y 9 euros, y ahora en Navidades ronda los 11,80 euros. Sin embargo del berberecho teníamos unos topes de 1 kilo diario por mariscadora, pero llega a un tamaño que muere", expresa la patrona vilanovesa.

En la cofradía de A Illa hacen especial mención de la mortandad de almeja fina, que está afectando al trabajo de las 240 mariscadoras de a pie del municipio. "Tenemos un problema muy gordo con esta especie. Los biólogos nos dicen que está más sensible por las altas temperaturas del agua. Lo que no es normal es que la fina muera una vez que desova. Si este fuese un procedimiento natural, no habría fina del tamaño que hay", opina la vicepatrona primera del pósito y portavoz del marisqueo a pie, María del Carmen Dios Castro.

Añade que las zonas con más "problemas" se detectan son las del sur de la isla. "Tuvimos que reducir los topes de la fina, y la babosa la tuvimos limitada durante un tiempo porque no daba la talla. Y en cuanto a la japónica, que tiene una rentabilidad más rápida (la fina y la japónica tienen un proceso de crecimiento más lento), no tenemos producción para incrementar tanto los cupos", admite la también presidenta de la organización de productores.

No obstante, ante la situación actual, las mariscadoras isleñas ya se plantean "apostar" por esta especie para "subsistir". De hecho "lo que se está sembrando ahora es en un 70% japónica y en un 30% babosa. "De la fina ya no siembra casi nadie por el riesgo a perder la inversión de la semilla", agrega Dios.

Coincide con las agrupaciones de Cambados y Vilanova en que "los precios al alza fue lo que nos dio la vida". "La merma de capturas se palió con buenos precios", concluye la isleña.

La portavoz de las mariscadoras de O Grove y vicepatrona de la cofradía, Dolores Gondar, es más optimista. Aunque reconoce que "hubo algo de mortandad", resalta que "nosotros siembre subimos [por la facturación] y trabajamos todo el año, salvo dos mareas pequeñas por toxina".

En Carril y Vilaxoán, dos agrupaciones más pequeñas, las sensaciones son dispares. Mientras que las mariscadoras vilaxoanesas acaban el año con un balance positivo, las carrilexas aseguran "no levantar cabeza en los últimos tres años".