La puesta en funcionamiento del Centro de Desenvolvemento Local (CDL) de Vilanova ha supuesto la reactivación del polígono industrial de Baión, un parque empresarial del que solo se encontraba ocupado menos del 20% de su superficie.

Tras lograr la implantación de una empresa de grúas, que ya ha comenzado a trabajar en la construcción de su futura nave, la próxima en llegar será una firma dedicada a la maquinaria industrial que trabaja para diferentes multinacionales.

Así lo reconocía ayer el edil de Industria, Javier Tourís, que destacaba el hecho de que la implantación de esta empresa en el polígono va a suponer la creación de 30 puestos de trabajo, con opción de incrementar este número en una futura ampliación.

Representantes de la empresa y del Concello se reunían ayer con Suelo Empresarial del Atlántico (SEA) para perfilar los términos de la venta de la parcela, ya que la intención de la firma es ocupar 2.500 metros cuadrados de superficie para comenzar con su instalación a partir del mes de agosto de 2016.

Tanto la firma de grúas como la de maquinaria industrial mostraron su interés por asentarse en Baión a través del CDL, con el que negociaron cuales eran sus posibilidades de implantación. La elección de este espacio responde a sus comunicaciones, ya que se encuentra muy próximo al Puerto de Vilagarcía, la autopista o el ferrocarril para transportar mercancías.

Las dos empresas, explica Tourís, se van a acoger a la supresión de impuestos que ha aprobado el Concello para 2016, una medida que nació "con el objetivo de que las firmas puedan implantarse con facilidad y permitir la creación de puestos de trabajo en una comarca que se ha visto muy castigada por la crisis económica".

El edil vilanovés espera que la llegada de estas dos firmas a Baión sea el principio de un impulso definitivo al polígono. "Estamos en negociaciones con más firmas interesadas en asentarse en este parque empresarial por las prestaciones que ofrece, pero todavía no se encuentran cerradas", explica Tourís.

El polígono de Baión se finalizó en 2008 con el objetivo de convertirse en uno de los puntos del que irradiase actividad económica hacia toda la comarca. Sin embargo, siete años después, la mayor parte de las parcelas están sin uso y ocupadas tan solo con maleza ya que la crisis económica y el elevado precio del terreno golpeó acabó golpeando el proyecto con saña.