Comienza la poda, tanto en las plantaciones frutales como en las de kiwi. Aunque lo que quizás más llama la atención en una comarca como la de O Salnés es la operación que se lleva a cabo en el viñedo, donde los viticultores más madrugadores ya han empezado a actuar sobre las plantas, a pesar de que en muchas parcelas ni siquiera ha caído toda la hoja.

Se trata de una operación fundamental para garantizar el éxito de la campaña del año que viene. Dejar ahora las plantas en unas condiciones óptimas, que garanticen su desarrollo y productividad futura, es tanto o más importante que aplicar convenientemente, cuando llegue el momento, los tratamientos fitosanitarios que combaten plagas como las del mildiu o el oidio.

Es siempre recomendable podar en tiempo seco y en ausencia de viento, como también desinfectar las tijeras y otros útiles de poda entre planta y planta.

Son algunas de las recomendaciones que hacen los técnicos, entre ellos los pertenecientes a la Estación Fitopatolóxica do Areeiro (EFA), donde también proponen realizar los cortes "adecuadamente, respetando la arruga de corteza, es decir, no hacer cortes a ras del tronco, para favorecer la cicatrización, evitando dejar tocones largos".

También se advierte de que si es necesario realizar cortes grandes, "por ejemplo para reconstituir una planta afectada, hay que aplicar en ellos un mástic cicatrizante con fungicida".

Uno de los consejos que nunca deben pasarse por alto es el que propone eliminar completamente la madera podada y evitar su incorporación al terreno, pues en caso de hacerlo "queda inóculo de los patógenos y se ven favorecidas las enfermedades del sistema radicular", señalan en la EFA.

Este tipo de recomendaciones sanitarias para la poda en viña son aplicables a los cultivos de frutales de pepita "y en general a todas las leñosas que se poden, incluidas las ornamentales".

En lo referido a dichos frutales hay que prestar especial atención a los cortes que se practiquen para evitar lo que se conoce como "cancro del manzano".

Para "evitar la entrada y/o dispersión de esta enfermedad, especialmente si ya está presente en la finca, hay que tener en cuenta que los cortes de poda de mayor diámetro, como los realizados para eliminar ramas afectadas, deben protegerse con mástic con fungicidas".

Las mismas fuentes manifiestan que "en general puede aprovecharse para aplicar un tratamiento cúprico de invierno tras la poda, aunque nunca debe hacerse con temperaturas bajas, inferiores a 8 o10 grados centígrados".

Al hablar de los frutales también hay que tener muy presente que "en la poda o en cualquier momento antes de la brotación), deben eliminarse los frutos que hayan quedado en el árbol y las ramas afectadas por pulgón lanígero que muestren los característicos tumores en la madera".