La segunda edición del ciclo formativo sobre marketing y técnicas de venta para vendedores del mercado de abastos de Vilagarcía de Arousa, "Comer cos ollos" finalizó ayer con la entrega de los diplomas y el fallo del jurado que valoró la mejor puesta en escena, la mejora más completa y la mejor estrategia de venta de los participantes.

En esta ocasión las premiadas fueron tres vendedoras: Carmen Furelos Ferreira (carne), Paulina Posse Jueguen (fruta) y Mónica Suárez Mosquera (pescado).

Los responsables de la empresa Xeneme, experta en estrategias de marketing comercial, que se encargaron de impartir este segundo ciclo formativo, manifestaron ayer que esta experiencia de formación ha servido para escuchar de primera mano loas inquietudes, miedos y realidades particulares de los placeros vilagarcianos y comprobar la capacidad de reacción, modernización y dinamismo de estos trabajadores.

El proceso formativo requirió varios elementos, como la adaptación de la propuesta a los perfiles y niveles educativos y profesionales de los participantes; la personalización de los mensajes al caso particular del municipio vilagarciano; la oferta de información y técnicas actualizadas que ayuden a llevar a cabo estrategias comerciales eficaces; la motivación para que se adopten los cambios a partir de la metodología profesional de mentoring; y la incorporación en el equipo docente a los propios placeros como elemento referencial de casos de éxito y buenas prácticas.

En esta segunda edición del curso participaron menos comerciantes pero resultaron más activos y aportaron iniciativas. Además se contó con la participación práctica de los placeros que ya pasaron por el curso anterior y que han experimentado mejoras en sus técnicas de venta.

La empresa encargada del curso indicó que esta acción formativa no solo sirvió para capacitar, sino también para generar una comunidad profesional que requiere estar bien unida y concibiéndose como una sola oferta comercial.

La disposición de los puestos, que la mercancía esté ordenada y en mostradores ornamentados, la exhibición de los precios de los productos, la decoración alusiva a las fechas festivas de cada época (actualmente la Navidad), son algunas de las mejoras. Varios vendedores del mercado ya han dado un paso más, conectándose telefónicamente vía manos libres para atender las llamadas de los clientes mientras realizan su trabajo en el puesto.