Una de las ventajas de la futura Ley de Acuicultura a la que alude la Consellería do Mar es que "va a favorecer la lucha contra el furtivismo", pues los que actúen ilegalmente no estarán atacando un bien público y exponiéndose a una sanción administrativa, sino que estarán "robando" en un espacio privado, perteneciente a la cofradía o agrupación encargada de su gestión y explotación acuícola.