La Cofradía de Vilanova de Arousa ha optado por indemnizar al vigilante que llevó a la institución a los tribunales por un despido improcedente, tal y como se reconoció en una sentencia dictada por el juzgado de lo Social número 1 de Pontevedra. La indemnización era una de las dos vías que ofrecía la sentencia, descartándose la posibilidad de una readmisión. Esta decisión supondrá finiquitar toda relación contractual con el trabajador abonando 4.313,83 euros, que le corresponden al vigilante por su antigüedad, fijada en el 8 de marzo de 2012, pese a que sus vínculos laborales eran muy anteriores.

De todas formas, la cuestión puede no finalizar aquí, ya que en el seno de la Cofradía se está barajando la posibilidad de presentar unas demanda por daños y perjuicios contra la anterior patrona mayor, Evangelina Lago, que fue la que firmó el contrato y que "reconoció durante el juicio que esa contratación se realizó en fraude de ley". Esa reclamación a la expatrona mayor es posible en el decreto de Cofradías y se va a estudiar si se lleva a cabo o no en el futuro. Además, se hace hincapié desde los órganos de responsabilidad del pósito que la situación económica que atravesaba la cofradía en el momento del despido era muy complicada, aunque ha mejorado de forma muy notable en los últimos tiempos.

La patrona mayor de la Cofradía de Vilanova, María José Martínez Vales, se mostró satisfecha en parte por la sentencia ya que, si bien, condena al pósito a indemnizar o readmitir al trabajador por un despido improcedente, "deja muy claro que en ningún momento se tomó la decisión como represalia hacia el trabajador, acusación que fue rechazada en la sentencia".

El conflicto laboral con este vigilante surgió en marzo de este año, cuando el pósito decidió prescindir de sus servicios al considerar que la obra para la que fue contratado ya había finalizado, pese a que no se clarificaba claramente cual era el servicio que debía prestar en la documentación.