La crisis surgida entre la Diputación y el Concello de Vilanova podría tener fecha de caducidad. Ese día es el próximo martes, cuando expira el plazo dado en la comisión de seguimiento el pasado día 2, para reunirse y encontrar una solución a la paralización de las obras. El propio alcalde del municipio Gonzalo Durán, espera que se resuelva en ese encuentro, sobre todo "por el bien de un proyecto muy necesario para Vilanova, sea con la empresa actual o con otra".
En la comisión de seguimiento que se celebró la pasada semana se sacó como conclusión la necesidad de solventar los escollos que han surgido durante las obras y que eran desconocidos por la Diputación, lo que le llevó a tomar la decisión de paralizar la obra. El ente provincial tiene previsto hacer una nueva propuesta de convenio o prorrogar el existente, que se remitirá al regidor para proceder a su aprobación.
El convenio servirá de "vehículo" para la finalización de las obras, para lo que existen dos posibilidades, por un lado retomarlas con la misma empresa, si esta muestra oposición, ejecutarlas y terminarlas mediante la adjudicación de lo que queda a otra firma.
La nueva reunión de la comisión tendrá como finalidad determinar el procedimiento a seguir en la firma de un nuevo convenio o en la modificación del existente para poder continuar con la ejecución de la obra.
El Concello y la empresa presentaron alegaciones esta misma semana a la decisión de la junta de gobierno de ordenar la paralización de las obras por causa de la línea de media tensión que afecta al edificio.
