El Concello de Vilanova presentó ayer alegaciones a la decisión de la junta de gobierno de la Diputación de paralizar las obras de la casa da cultura de O Esteiro. En ellas, el grupo de gobierno vilanovés argumenta que la decisión adoptada por la Diputación es precipitada y puede incurrir en un perjuicio muy grave para el propio Concello ya que se considera que existe un incumplimiento en el procedimiento que marca el reglamento.

Aunque la decisión de la Diputación de paralizar la obra creó un cisma importante entre la institución provincial y el Concello, ambas partes han conseguido limar asperezas en la comisión de seguimiento, reunida la pasada semana, y en la que se aceptó el acuerdo de aguardar a la finalización del período de alegaciones para tomar una decisión sobre la continuidad de la actuación.

Al respecto de los perjuicios que ocasiona al ayuntamiento la decisión adoptada por el ente provincial, el primer edil vilanovés, Gonzalo Durán, ya advirtió en su momento sobre aspectos referidos a que "hay personas que por culpa de esta postura se han tenido que ir al paro. Por no hablar de que hay una escuela de música con más de 150 niños que están sin actividad desde hace muchos meses".

Del mismo modo, Durán también deja muy claro que en caso de rescindir el contrato con la actual empresa concesionaria, "tomaremos las medidas que sean necesarias y no quedará más remedio que acudir a los tribunales de justicia". Y es que el alcalde tiene claro que tener que abrir todo un nuevo proceso de contratación para la conclusión de la actuación supondría un retraso considerable en las fechas previstas para la conclusión de la obra.

La remodelación de la casa da cultura de O Esteiro se gestó ante la imposibilidad de desarrollar el proyecto inicial para un auditorio en la zona de A Basella. La opción que se adoptó fue renovar, de forma integral, el obsoleto y vetusto edificio de O Esteiro para convertirlo en un moderno auditorio con posibilidades de convertirlo en multiusos. Las obras fueron financiadas por la Diputación de Pontevedra y ascendieron a más de 1,2 millones de euros. Nada más comenzar las obras, los integrantes de Podemos y de Gañemos Vilanova ya advirtieron de la presencia de una línea de media tensión que iba a afectar a la obra. De hecho, llegaron a celebrar una concentración ante el edificio denunciando la necesidad de invertir ese dinero en otras cuestiones de carácter social.

Sin embargo, la obra siguió adelante, hasta que a principios del pasado mes de noviembre, la junta de gobierno de la Diputación de Pontevedra decidió paralizar la actuación por la existencia de esa línea de media tensión de la que no existía constancia en el proyecto.

Además del Concello también ha presentado alegaciones la empresa concesionaria, en la que reclama una paralización parcial y no integral, que afecte solo a la zona de la línea eléctrica.