Tres años después de que se comenzase a hablar de la posibilidad de recuperar los restos de la antigua fortaleza medieval que existe en Monte Lobeira, en Vilanova de Arousa, la Diputación de Pontevedra ha comenzado a dar los pasos necesarios para hacer realidad ese proyecto. Así se lo comunicó recientemente a los comuneros de András, propietarios de los terrenos sobre los que se asienta la fortaleza, y que llevan casi una década tratando de recuperar la historia de esta atalaya que se eleva sobre la ría de Arousa.

El acuerdo entre ambas entidades se gestó hace casi tres años, pero se tardó en llegar a un pacto debido a la letra pequeña, ya que los comuneros exigían una serie de medidas para ceder, durante cinco años, sus terrenos a la Diputación. Estas diferencias retrasaron la actuación hasta que los comuneros comprobaron que en el convenio quedaba claramente especificado que se iba a realizar y que se contase con ellos a la hora de tomar cualquier decisión, al ser los propietarios de los terrenos.

El proyecto de recuperación del yacimiento afecta a casi 3.000 metros cuadrados de superficie situados en torno a la cima de Monte Lobeira. En ese punto, los propios comuneros impulsaron hace casi ocho años un proyecto arqueológico que ofreció buenos resultados, ya que permitió sacar a la luz más de 25 metros de la muralla de la antigua fortaleza y descubrir un antiguo aljibe en el que los defensores del castillo acumulaban agua.

Aquella ilusión se vio interrumpida por falta de financiación, pese a que los comuneros llamaron a todo tipo de puertas para tratar de conseguirla sin éxito. Aquel proyecto contemplaba seguir con las excavaciones, e incluso, la posibilidad de crear un aula de interpretación de todos aquellos datos que pudiesen extraerse de la zona.

Hace casi tres años, la iniciativa se reactivó gracias a la intervención de la Mancomunidade de Municipios de O Salnés, que se marcó como objetivo convertir todo el entorno de Lobeira en un atractivo turístico más de la comarca por sus espectaculares paisajes. Curiosamente, la Mancomunidade, que fue la institución que más apostó por llevar a cabo el proyecto, acabó siendo excluida por la Diputación del convenio de colaboración para sacar adelante las prospecciones arqueológicas. Pese a ello, la entidad realizó una reconstrucción de la antigua fortaleza en tres dimensiones y creó un nuevo mirador más accesible en las inmediaciones del aparcamiento.