Un incendio declarado poco antes de las once de la noche de ayer en el Ayuntamiento de Catoira se saldó con cuatro coches calcinados. Ocurrió en el entorno de Productos Ulla, una fábrica abandonada que mientras funcionó se dedicó a la elaboración de ladrillos y otro material de construcción. Se sitúa a orillas del río Ulla, a escasos metros del viaducto interprovincial del Tren de Alta Velocidad (TAV) y de la vía convencional.

Al cierre de esta edición se desconocían las causas del suceso, que inicialmente recordó otros hechos similares ocurridos en las inmediaciones hace más de un lustro, cuando ardieron tanto vehículos como planeadoras.

A medianoche los efectivos de Protección Civil de Catoira y el alcalde de la localidad, el socialista Alberto García García, indicaban que la situación estaba controlada y que las llamas únicamente habían afectado a esos cuatro turismos, a pesar de que en el entorno hay abundante maquinaria del sector de la construcción e incluso un desguace en el que se amontona una gran cantidad de vehículos.

Justo en ese lugar se situó también, hasta hace muy poco tiempo, una de las naves provisionales que se habían levantado como apoyo a las obras de construcción del Eje Atlántico, ja cual fue completamente desmantelada en las últimas semanas.

La espesa niebla que en ese instante cubría Catoira y la desembocadura del Ulla complicó enormemente las tareas de extinción, en las que junto a Protección Civil de Catoira participaron efectivos de los parques de Bomberos de Vilagarcía y Ribadumia, junto al Grupo de Emergencias Supramunicipal (GES) de Valga.