La portavoz del Partido Popular de Ribadumia, Salomé Peña ha presentado en los últimos días sendos escritos en el Ayuntamiento, en los que reclama la reapertura inmediata del tanatorio municipal, y la convocatoria de un pleno extraordinario para que los concejales de Somos Ribadumia y el PSOE se integren en un único grupo mixto.

En el caso del tanatorio, Peña entregó su escrito el lunes. Se trata de una solicitud de reapertura inmediata del centro, "antes de que ninguna familia del Concello o de la comarca se vea perjudicada por tan arbitraria decisión", en referencia a la tomada por el equipo de gobierno que dirige David Castro, que el pasado fin de semana ordenó el cierre temporal del tanatorio tras examinar un informe técnico en el que se indicaba que el edificio aún carece de algunas licencias y que incurre en varias irregularidades administrativas.

En dicho escrito, la exalcaldesa de Ribadumia señala que el PP "no logra entender la obsesiva labor del gobierno de Independientes, Somos y PSOE por afear la gestión del anterior gobierno, más aún cuando se utiliza a los vecinos de Ribadumia para privarlos, aunque sea de forma temporal, de un servicio que está en funcionamiento desde el año 2011 en perfectas condiciones, comodidad para las familias que lo usan, y perfectamente integrado en el entorno de la iglesia y el cementerio de Ribadumia". Se da la circunstancia de que el Ejecutivo local ha llegado a un acuerdo con la dirección de Geriatros para que mientras el tanatorio municipal esté cerrado, las familias que lo necesiten puedan usar el servicio del geriátrico de Besomaño.

Asimismo, en la jornada de ayer, la portavoz municipal del PP registró la solicitud de un pleno extraordinario para modificar la composición de las comisiones informativas y los grupos políticos, pues según ella la ley establece que aquellos partidos que solo tengan un concejal tienen que integrarse en un grupo mixto. De ser así, prosigue, se reducirían mucho los costes económicos que abona el Concello a los concejales de Somos y PSOE.

El alcalde tiene que convocar obligatoriamente el pleno en el plazo máximo de semana y media.