El Ayuntamiento de Ribadumia comunica que ha llegado a un acuerdo con la dirección de Geriatros, para que los vecinos del municipio puedan acceder al servicio de tanatorio que se presta en la residencia geriátrica de Ribadumia mientras continúe paralizada la actividad en el tanatorio municipal.
La decisión de negociar con la dirección de Geriatros para que la empresa permitiese el uso público del tanatorio de la residencia ubicada en Besomaño se adoptó después de que el equipo de gobierno de Ribadumia decidiese paralizar temporalmente la actividad del servicio municipal, "ante la situación de ilegalidad y de carencia de licencias de construcción y de actividad en que se encontraba", refiere en un comunicado el Ejecutivo que dirige David Castro.
Así las cosas, y con el objetivo de seguir ofreciendo en la medida de lo posible el servicio que ya se venía dando, y mientras no se legalice la situación del tanatorio municipal, "se pone a disposición de los vecinos que lo deseen la posibilidad de utilizar las instalaciones de Geriatros de Ribadumia. Lo único que deben hacer quienes quieran hacer uso de este servicio es comunicárselo a la correspondiente aseguradora para que realice los trámites necesarios".
El gobierno local añade en su escrito que espera que la situación del tanatorio municipal "se resuelva lo antes posible", y que "los equipos técnico y jurídico municipales están trabajando para agilizar los trámites para que el tanatorio vuelva a retomar sus actividades con la seguridad de que las instalaciones están perfectamente legalizadas y los usuarios, trabajadores y vecinos totalmente protegidos ante cualquier incidente".
El gobierno tripartito de Ribadumia comunicó el sábado su decisión de cerrar provisionalmente el tanatorio tras examinar un informe técnico en el que alertaba supuestamente de graves irregularidades administrativas. El Ejecutivo que dirige David Castro afirma que la situación se debe a que la anterior alcaldesa, Salomé Peña no hizo los trámites necesarios. Así por ejemplo, el informe indica que el edificio final es distinto del proyectado inicialmente, hasta el extremo de que el arquitecto redactor de la primera propuesta renunció a seguir en el proyecto.
