Los parquistas que achacan la mortandad de berberecho al dragado en el Ulla explican que "en los últimos días el agua olía a lejía o amoníaco". Algunos esgrimen que "los lodos se aprecian en el agua" e incluso que "al bajar la porquería desde el río hacia nuestros parques se forma una espuma marrón, casi jabonosa, que cuando baja la marea queda depositada sobre la arena y se seca". Añaden los mariscadores que las zonas más afectadas por la mortandad de berberecho son Lombos y Bao, es decir, la parte norte de los parques de cultivo, mientras que los situados al sur, resguardados por Cortegada y las islas Malveiras, apenas se han visto afectados, "lo cual demuestra que todo se debe a la porquería que llega río abajo a consecuencia de los dragados".
Unos dragados, por cierto, de los que se habló en algún momento como posible solución a la mortandad de bivalvos, ya que oxigenarían y regenerarían el substrato, pero que la Consellería do Mar descartó.
Hay que recordar que en 2004 la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad de A Coruña elaboró un modelo numérico para el banco de Os Lombos tratando de analizar la evolución de la salinidad en diferentes puntos y su relación con la batimetría. Aquel trabajo concluyó que el dragado general provocaría un fuerte descenso del nivel medio de la salinidad en toda la zona.
