El alcalde de Ribadumia, David Castro ordenó ayer la "inmediata paralización de las actividades y el cierre temporal del tanatorio" porque carece de los informes preceptivos de Medio Ambiente y no se ajusta al proyecto original.

"A la vista de tal situación de ilegalidad, consentida durante años por la exalcaldesa Salomé Peña, he instado a los funcionarios municipales para que a la mayor brevedad posible emitan o soliciten los nformes necesarios para concluir el expediente y conceder las licencias de las que ahora carece", añade el regidor en un duro comunicado.

La decisión se ampara en un informe del técnico municipal en el que se constata que tanto la construcción del tanatorio como la actividad que se desarrolla en él "carecen de las preceptivas licencias de actividad y construcción".

Asimismo observa que el edificio construido "no responde al proyecto encargado en su día por la Corporación de Salomé Peña" y subraya que el gobierno anterior edificó el tanatorio "meses antes de poenr a trámite el expediente de actividad".

A la vez cuestiona que con el edificio ya acabado, la alcaldesa "hizo oídos sordos a los requerimientos de la Consellería de Medio Ambiente, no contestando a los mismos, lo cual provocó que la Xunta acordase en abril de 2012 el archivo y devolución del expediente al Concello".

También recalca Castro que la exalcaldesa "ha consentido la ilegalidad irresponsablemente desde el año 2011 sabiendo que ha construído el edificio sin licencia y, lo que es más grave, sin licencia de actividad y, conociendo, que por Ley, es la Alcaldía la responsable del cumplimiento de la legalidad urbanística".

En todo ello justifica Castro la decisión de cierre temporal del tanatorio "en tanto no se concluya el expediente y sea aprobado por la Xunta de Goberno Local, ya que, con esta situación de ilegalidad, los usuarios y trabajadores del tanatorio estarían totalmente desprotegidos ante cualquier accidente, problema o denuncia que hubiere".

Entiende que a todo ello hay que sumar el agravante "de que el seguro de responsabilidad civil del Ayuntamiento no cubriría, con toda probabilidad, estas incidencias, teniendo que hacerse cargo, en tal caso, el propio Ayuntamiento de las posibles indemnizaciones y responsabilidades legales que surgieran por esta causa".

El informe emitido por el arquitecto técnico contratado por el Concello a requerimiento de la Alcaldía establece todas estas presuntas irregularidades, que el gobierno local cree que hay que subsanar cuanto antes.

El técnico se basa en que el tanatorio de Ribadumia "carece de licencia de actividad y de licencia de construcción".

A la vez subraya que la obra realizada "no responde al proyecto aprobado y subvencionado por la Diputación".

Concluye asimismo que la Alcaldía "permitió la ejecución de la obra y su puesta en servicio conociendo que no poseía licencia de Actividad ni de Construcción, que no existía informe favorable de la Consellería de M.A. (Medio Ambiente) y que ésta había archivado el expediente dada la falta de respuesta municipal a sus requerimientos".

El técnico resalta por otra parte que "existe un informe urbanístico favorable del técnico municipal, pero no puede entenderse que la obra de construcción esté autorizada dado que es preceptiva la licencia de actividad".

El tanatorio se gestó en marzo de 2010 cuando se aprobó el proyecto para su construcción en una parcela segregada de la finca propiedad del Arzobispado de Santiago, de acuerdo con el convenio suscrito con el Ayuntamiento y con financiación de la Diputación.

Al año siguiente, el arquitecto emite un informe en el que pone de manifiesto que las obras están prácticamente finalizadas pero que "difieren sustancialmente del proyecto inicial", por lo que renunció y se hizo cargo de la obra otro nuevo responsable.