El anteproyecto de Lei de Acuicultura de Galicia se ha convertido en un quebradero de cabeza para las cofradías de la ría de Arousa, que se encuentran trabajando con sus asesores jurídicos para presentar alegaciones contra una normativa que, consideran, va a acabar con el modelo social que llevan años manteniendo los pósitos. El rechazo a una importante parte del texto es prácticamente unánime, como quedó demostrado en una asamblea de la Federación de Confrarías en la que casi todos sus integrantes se posicionaron en contra, creando una mesa de trabajo para analizarla en profundidad.
Ruperto Costa y Juan José Rial Millán, patrones mayores de Cambados y A Illa respectivamente, coincidían ayer en señalar que "esta normativa va a acabar con las cofradías, y mucho nos tememos, que abre las puertas a la posibilidad de que entren empresas a gestionar concesiones". También censuran el escaso margen de tiempo que se les ha dado para presentar alegaciones al anteproyecto, ya que "ellos han tardado varios años en elaborarlo y a nosotros nos dan unos días para presentar alegaciones a un documento muy complejo", explica el responsable del pósito isleño.
El patrón cambadés apunta que "todo lo que estamos viendo significa un cambio de sistema brutal; es muy diferente al actual, que, hasta el momento, ha sido el menos malo de todos, sobre todo en el ámbito social, donde es bastante justo". El documento genera demasiadas dudas en el sector, "está redactado de forma muy ambigua y abre demasiadas puertas que van a acabar por dañar nuestros intereses", insiste el cambadés.
En este aspecto coincide el patrón isleño al señalar que "no es nada claro, por ejemplo, si una cofradía solicita el paso de autorización a concesión sobre un banco marisquero, el anteproyecto señala que tenemos preferencia, pero no dice nada sobre la posibilidad de que también pueda concurrir una empresa que puede tener unos intereses totalmente diferentes a los de los marineros".
Ese cambio que se propone en el anteproyecto también va a suponer una importante afectación para la flota de la tercera lista. Millán explica que "si se convierte una zona de autorización en concesión administrativa, las embarcaciones de la tercera lista no podrán trabajar en ella a menos que se pasen a la cuarta; si lo hacen, eso supone la pérdida de los Permex de otras artes que pueda tener la embarcación". A ello hay que sumar que "otras artes, como las nasas, que en la actualidad conviven perfectamente en zonas de marisqueo, no podrían utilizar las concesiones, algo que no tiene mucho sentido".
Los dos patrones reconocen que las cofradías "estamos recurriendo a asesores jurídicos para analizar en profundidad toda esta documentación y nuestra intención es presentar alegaciones porque creemos que se va a dar un golpe muy importante al modelo económico y social de nuestros municipios".
Los mariscadores no es el único sector que duda del anteproyecto de Mar. Es el caso del sector mejillonero, que ya ha empezado a movilizarse en puntos como la ría de Vigo, donde consideran que se les está perjudicando notablemente.
