El centro comercial previsto para la parcela de Megasa (Vilagarcía) da un paso más en su tramitación administrativa para hacerse realidad. La Secretaría Xeral de Calidade e Avaliación Ambiental de la Xunta de Galicia acaba de hacer público el informe de impacto ambiental del proyecto, en el que concluye que "no son previsibles efectos significativos sobre el medio ambiente". Contra esta resolución no cabe recurso alguno.

Para llegar a esta conclusión, el departamento de la Consellería de Medio Ambiente ha tenido en cuenta los dictámenes elaborados por distintos organismos, a excepción de la Sociedade Galega de Historia Natural y de la Federación Ecoloxista Galega, que fueron consultados pero no emitieron una respuesta. Sí lo hicieron la Dirección Xeral de Conservación da Natureza, la de Patrimonio Cultural, el Instituto de Estudos do Territorio, Augas de Galicia, el Servizo de Control da Xestión de Residuos e Calidade dos Solos y el Ayuntamiento de Vilagarcía.

De estos seis organismos, solo el Concello vilagarciano ha expuesto objeciones al proyecto de Megasa, pues si bien admite que sus puntualizaciones "carecen de contenido ambiental", augura que el hipermercado "incidirá de manera notable en el normal desarrollo de las actividades en el núcleo urbano y en su periferia", además de precisar que las inmediaciones de la parcela de 20.525 metros cuadrados en la que se prevé la implantación del centro comercial carece de parada de autobús urbano y que "los de tipo interurbano resultan escasos".

El gobierno de Alberto Varela también recuerda a la Xunta que el Estudio de Detalle está recurrido ante la justicia por la asociación de comerciantes Zona Aberta y que el 23 de agosto de 2015 el pleno vilagarciano aprobó una moción presentada por el BNG contra la instalación de grandes áreas comerciales en la capital arousana. El Concello ha remitido a Santiago este acuerdo plenario para que se lo traslade al promotor del centro comercial y "lo tenga en consideración en lo que proceda dado que no es de carácter ambiental y por lo tanto no tienen respuesta en el presente informe de impacto ambiental".

En cuanto a los informes de los demás organismos consultados por la Secretaría Xeral de Calidade e Avaliación Ambiental, Conservación da Natureza sostiene que "no son de prever afecciones significativas" al patrimonio natural y sus valores. En este mismo sentido se pronuncia la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural, que tampoco estima que "las acciones derivadas del proyecto generen impactos sobre bienes del patrimonio cultural, por lo que no es necesario establecer medidas protectoras o correctoras en el caso de que el proyecto sea sometido a evaluación de impacto ambiental ordinaria". No obstante, la Xunta descarta realizar este proceso de impacto ambiental ordinario, al considerar suficiente el simplificado, que es el que se detalla en esta información.

Por su parte, el Instituto de Estudos do Territorio apunta que el centro comercial de Megasa "no va a provocar unos impactos paisajísticos significativos" ya que el proyecto se incluye en el núcleo de Vilagarcía de Arousa, en una zona que se destinaba principalmente a uso industrial y que evolucionó a comercial y residencial".

Augas de Galicia tampoco prevé incidencias sobre el medio hídrico y el dominio público hidráulico, mientras que el departamento autonómico responsable de la gestión de residuos y calidad del suelo se limita a informar de la legislación aplicable y a confirmar que los resultados de la campaña exploratoria de la calidad del suelo y aguas subterráneas "cumplen con la normativa".

Aunque la mayoría de los organismos sondeados por la Consellería de Medio Ambiente no ponen inconvenientes en materia ambiental, sí establecen ciertas recomendaciones, como por ejemplo la colocación de plantas autóctonas (laurel o boj) en el cierre perimetral de As Carolinas para que la visión de la explanada del aparcamiento quede mitigada por la vegetación. También se propone concienciar al personal del futuro establecimiento comercial acerca de un uso eficiente de agua y energía, así como regar los viales y zonas de obra en tiempo seco o de fuertes vientos para minimizar la emisión de polvo y gases a la atmósfera durante la fase de construcción.

El promotor prevé adoptar medidas que ayuden a reducir las emisiones de ruido y que eviten la transmisión de vibraciones a las edificaciones próximas. Se construirá un ecoparque para depositar los residuos de forma que se garantice la separación selectiva de los mismos.