Las declaraciones de la víctima no fueron muy concluyentes, al menos en las primeras horas tras el suceso. De hecho, comentó que en efecto la agresión había estado relacionada con la venta de un coche, pero culpó a dos personas, de las que dijo que eran de nacionalidad marroquí o argelina.

El hombre, de unos 30 años, manifestó que había estado comiendo con unos ciudadanos magrebíes que le querían comprar un coche, y que posteriormente estos le acompañaron a su casa, metiéndose uno de ellos en su domicilio, y que la disputa se produjo por discrepancias en la venta.

Siempre según su versión, se entabló un forcejeo, y el magrebí huyó, saliendo el cambadés tras él. Fue entonces, añadió en aquel entonces, cuando uno de los hombres sacó un arma corta y disparó. El cambadés salió ileso.

Posteriormente, la Policía Local y la Guardia Civil peinaron los alrededores en busca de los implicados, pero para entonces ya habían huido en un coche.