Los vecinos que impulsaron la reforma de Vista Alegre están "enfadados y molestos" con las declaraciones "electoralistas" del portavoz del PP, Tomás Fole, en las que se atribuía el logro de la humanización de la calle. "Si no fuese por nuestras reivindicaciones, la calle seguiría sin reformar, ya que no estaba en los proyectos del entonces alcalde hacerlo, ni tampoco recibirnos ya que tardó más de tres meses en hacerlo", relatan los residentes. Recuerdan que el gobierno conservador "al principio decía que no había dinero", pero después de que los vecinos empezaron a movilizarse, recogiendo firmas y entrevistándose con todos los partidos de la oposición, "fue cuando Fole se empezó a tomar en serio" el asunto y se llevó a pleno. Le reprochan que "si tuviese la idea de reformar la calle", habría pedido el permiso a Patrimonio.