La Policía Local de Vilagarcía intensifica los controles de velocidad en los principales accesos a la ciudad. Y es que el radar móvil de la Dirección General de Tráfico (DGT) vuelve a estar a disposición de los agentes vilagarcianos, solo un mes después de que terminase la anterior campaña realizada con este vehículo en la capital arousana.
Este cinemómetro rota entre los distintos ayuntamientos, puesto que los cuerpos de policía -a excepción de las grandes ciudades- no suelen tener entre sus medios este tipo de aparatos. Lo que ya no es tan habitual es que en un mismo concello el radar esté dos veces en dos meses. Ayer por la tarde el coche de la DGT se encontraba en la recta de la avenida de Vilanova, en Vilaxoán, un vial con una limitación de velocidad de 50 kilómetros por hora.
El radar solo salta cuando un automóvil supera en más de 10 kilómetros por hora el límite máximo establecido para la carretera por la que transita. Teniendo en cuenta que en la anterior campaña todas las ubicaciones del cinemómetro se corresponden con vías de 50 y de 70, los 77 conductores sancionados circulaban a más de 60 kilómetros por hora en las vías urbanas y a más de 80 en las interurbanas. En total, la Policía Local controló durante doce días a un total de 11.220 vehículos.
Las zonas habituales donde suele colocarse el radar móvil de la DGT son Agustín Romero (subida a Cornazo), Valentín Viqueira (la recta de A Rosa, en Carril), avenida de Pontevedra (recta de Rubiáns) y avenida de Vilanova (Vilaxoán). Esto no quiere decir que no controlen más carreteras.
El objetivo de este tipo de campañas es reducir los accidentes y atropellos, así como la gravedad de los mismos.
