Xusto Ordóñez, concejal delegado de Patrimonio Histórico en el municipio arousano de Rianxo, anuncia que se ha llevado a cabo la primera fase de restauración de los petroglifos de Os Mouchos, en la parroquia de Leiro. Fueron atacados hace algo más de dos meses por uno o varios desaprensivos que no dudaron en pintar las rupestres piedras y dejar impresas sus huellas sobre este formidable elemento patrimonial.
Una vez ejecutada esta primera fase de limpieza habrá que preparar otra, ya que al eliminar la pintura se han retirado también los restos que se acumulaban sobre las rocas a causa del paso del tiempo y la acción de los elementos naturales, por lo que ahora se observa cómo los trozos restaurados presentan un color más claro. Aunque lo importante es que se ha actuado con celeridad para recuperar este enclave y eliminar las pintadas.
El concejal Xusto Ordóñez aclara que se la restauración se ha ocupado la arqueóloga Begoña Albertos, "acompañada en el control arqueológico por la técnico superior de Arqueología Rosa María Paz Lobeiras".
Es el propio edil el que aclara que el aspecto "bicolor" que ha quedado sobre las rocas tras la limpieza ha llevado a su departamento a encargar un acondicionamiento integral de todo el entorno, lo que conlleva "elaborar un nuevo proyecto, con su correspondiente memoria, y presentarlo ante la Dirección Xeral de Patrimonio para que conceda autorización antes de llevar a cabo estas actuaciones, que esperamos acometer en el menor tiempo posible".
Aprovecha para agradecer a dicho departamento y sus arqueólogas "su dedicación, entusiasmo y colaboración para lograr la rápida restauración de este monumento del patrimonio rianxeiro".
Xusto Ordóñez denunció este "atentado" recordando que los petroglifos de Os Mouchos están entre los más importantes de Europa, por lo que se hace más difícil de entender "cómo puede cometerse un acto vandálico de estas características contra una parte tan importante de nuestra historia".
Como parte de la historia y del patrimonio de Galicia es, hay que insistir, el yacimiento arqueológico de Adro Vello, que sigue sumido en el más profundo de los olvidos sin que nadie haga nada para rescatarlo. Y eso que en este enclave de O Grove hay restos de una villa romana del siglo I que existió hasta el siglo IV, de una necrópolis de inhumación cristiana en la que se cree que se realizaron más de 4.000 enterramientos a lo largo de 1.300 años, restos de una pequeña iglesia y los de una pequeña torre rectangular provista de un recinto amurallado que tuvo fines defensivos, en el siglo XII.
