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Primer día en los comedores tras la rescisión del contrato a Perea Rojas

Un día agobiante que deja buen sabor de boca

La empresa logró entregar a tiempo los menús completos, si bien quedaron flecos sueltos de poca importancia

Trabajadores de Sala Gradín, descargando en el CEIP de Vilaxoán // Noé Parga

Pasan unos minutos de las dos de la tarde en el comedor del colegio de Vilaxoán. Cuatro cocineras y nueve cuidadoras esperan impacientes la llegada de la furgoneta de Sala Gradín con la comida. Los niños salen de clase a las dos y media. Si bien todas saben que es un día de adaptación, reina la incertidumbre debido al repentino cambio de catering, pues la nueva adjudicataria, Sala Gradín, tuvo que preparar el servicio de varios colegios en menos de 24 horas. ¿Vendrá comida para los 170 alumnos? ¿Estará caliente? ¿Y las dietas especiales? Son preguntas en el aire que en cuestión de minutos tuvieron respuesta.

Llega el vehículo del catering y descarga varias cajas de comida. Las azules son para los platos calientes y las negras para los fríos, como los yogures, por ejemplo. Hoy de postre no toca lácteo, sino peras, que no vienen refrigeradas. La plantilla del comedor al completo se pone manos a la obra para que todo esté a punto para las dos y media.

Los nervios se esfuman en el momento en que se abren las cajas y las trabajadoras comprueban que todo está en orden. La comida, caliente y con buen aspecto, y las dietas especiales, también correctas.

Para Sala Gradín el de ayer también fue un día frenético. Al medio centenar de comedores que ya gestiona en Galicia sumó otros cinco en las comarcas de O Salnés y Caldas. Así, el desembarco de menús en cada centro iba contra el reloj, pues antes de las tres menos cuarto debían estar en Rubiáns, la última parada.

Si bien el árduo trabajo dejó buen sabor de boca, se detectaron pequeñas carencias fruto de un apresurado cambio de gestión. Y es que ayer mismo Perea Rojas retiraba los hornos de los colegiosPerea Rojas, mientras las direcciones solventaban el papeleo con la nueva empresa de catering.

En Vilaxoán se quedaron sin agua embotellada, lo que obligó a las trabajadoras a rellenar garrafas de la fuente instalada en el comedor, conectada a la traída municipal. Los niños comieron en platos de plástico y las cocineras y cuidadoras todavía no tenían el nuevo uniforme, todos estos detalles que se resolverán en los próximos días. La directora del centro educativo quiso agradecer a todo el personal del comedor su "disponibilidad" y dedicación mostradas cada día.

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