La mejoría de la situación económica y la bajada del paro con respecto a las cifras del último año todavía no llevan aparejado un incremento claro del número de afiliaciones a la Seguridad Social en O Salnés y los municipios de Ullán. Y es que aunque la cifra de trabajadores adscritos está aumentando en los últimos trimestres, todavía está por debajo de las de hace tres años, en plena crisis económica.
Según los datos recopilados por el Instituto Galego de Estatística (IGE), en septiembre de 2015 -los datos son por trimestres- había 37.544 personas afiliadas a la Seguridad Social en los nueve municipios de O Salnés. Una cifra que está ligeramente por debajo de la de septiembre de 2012, cuando en uno de los momentos más duros de la recesión había 37.565 personas inscritas en el sistema nacional.
Tanto es así que en cinco de los doce municipios de O Salnés y Ullán el número de trabajadores aún es inferior al de hace tres años. Es el caso de A Illa, Ribadumia, Sanxenxo, Vilanova y Catoira. La situación mejoró en el resto de poblaciones, aunque en algunas, como O Grove o Meaño, en apenas una veintena de trabajadores.
Por sexos, la estadística recogida por el IGE señala que ha descendido el número de hombres afiliados con respecto a 2012 (19.230 entonces por 19.053 en la estadística más reciente), mientras que aumentó el de las mujeres, de 18.335 a 18.491.
En cuanto a edades, la crisis se ha dejado sentir especialmente en el segmento de los más jóvenes, pues hay menos afiliados tanto de entre 20 y 24 años, como de entre 25 y 29 (en este último caso se perdieron casi 500 contratos), y a cambio mejoró la situación en la franja de 40 a 44 años. Así, se en 2012 había 5.600 afiliados en ese tramo de edad, ahora son casi 6.000.
Extranjeros
La pérdida de afiliados en los últimos tres años se debió a, entre otros factores, la marcha de numerosos inmigrantes. Y es que de los 1.077 trabajadores extranjeros que estaban contratados en O Salnés al final del tercer trimestre de 2012 en la actualidad solo queden 883.
La caída se nota especialmente en localidades como Cambados, donde durante la última década tuvieron un gran peso en el mercado laboral tanto los ciudadanos peruanos como los senegaleses, contratados en muchos casos en barcos de pesca, depuradoras o locales hosteleros. También se nota la caída en Vilagarcía, principal eje económico de la comarca y en consecuencia uno de los destinos prioritarios para los extranjeros.
