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El regreso del centollo. Comienza la temporada en la provincia

Cantidad, calidad y buen precio de venta

- En las lonjas arousanas se comercializaron ayer alrededor de 6.000 kilos del preciado crustáceo - La abundancia hizo que los máximos, de 18,70 euros por kilo, fueran ligeramente inferiores a años de escasez

Abundancia, calidad y buen precio. Así puede resumirse la primera jornada de pesca de centollo en la ría de Arousa. Lo cierto es que la cantidad de producto que llegó a puerto fue tan importante que en algunas lonjas se quedaron sin sitio para darle cabida. Y esa masiva presencia de crustáceo fue, precisamente, la culpable de que los precios no se dispararan tanto como en otras ocasiones, aunque resultaran del todo aceptables.

Como prueba de ello puede citarse lo ocurrido en O Grove, el puerto más importante de Galicia para esta especie. El primer día de actividad en noviembre de 2014 se saldó con 2.287 kilos vendidos, a un máximo de 20 euros y un mínimo de 7. Ayer, a las siete de la tarde y después de dos horas, ya se habían comercializado 2.278 kilos, con un tope de 18,70 euros por las mejores piezas -que se fueron a Burela-. Pero es que en ese instante el precio aún no había bajado de los 14 euros, y todavía quedaban alrededor de mil kilos más a la venta.

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GALERÍA Un buen centollo, ayer en la lonja // Muñiz

O Grove

Otro dato que refleja la importancia de este puerto, en el que se vende producto de toda la ría y al que llegan barcos de todos sus puertos, es que en la temporada anterior se estableció un precio mínimo de retirada de 6 euros por kilo, mientras que esta vez esa tarifa está en 8 euros, es decir, que en cuanto el considerado "rey de los mariscos" la alcanza se paran las operaciones, para que así no se devalúe. Y ayer todo terminó tras vender 2.800 kilogramos.

Esto propicia que los propios marineros se ocupen de dejar en el mar los ejemplares de peor calidad, "para que sigan engordando y pescarlos otro día".

FARO DE VIGO pudo comprobarlo, pues acompañó a la flota de enmalle en su vuelta al tajo. Fueron muchos los marineros que al subir a bordo piezas "sin carne" o "sin comida" las arrojaron inmediatamente al agua.

En buena lógica esta práctica, que es "una demostración de respeto a nuestro producto estrella y un ejemplo de responsabilidad", en palabras del patrón mayor grovense, Antonio Otero, aumenta la fama del centollo de este puerto, de ahí que hasta su lonja lleguen a diario compradores de casi toda Galicia e incluso de Asturias.

Siguiendo la estela de O Grove, también se comercializó una gran cantidad de centollo en Cambados, e igualmente "de gran calidad", según su patrón mayor, Ruperto Costa. Pasadas las siete de la tarde explicaba que la subasta seguía en marcha "porque continúan llegando barcos a puerto; tantos que casi ya no tenemos sitio donde colocar el producto".

El año pasado Cambados abrió la campaña con 1,2 toneladas que marcaron un máximo de 17 euros por kilo. Habrá que esperar al balance oficial para saber cuánto se comercializó ayer, pero en cualquier caso no parece haber duda de que fueron en torno a 2 toneladas, y los mejores ejemplares se despacharon a 18,05 euros el kilo.

Donde no hubo producto a la venta fue en la lonja de A Illa, pero no porque sus marineros no lo capturaran. Su patrón mayor, José Rial, esgrime que fueron a venderlo a otros puertos, tales como O Grove y Cambados, a la espera de obtener mayor rentabilidad.

Algo parecido hicieron en Rianxo, y pudo haberles salido bien la jugada, porque los que se quedaron en su lonja no pudieron pasar de un máximo de 13 euros, según su patrón mayor, Miguel Ángel Iglesias Romero. En la lonja de Ribeira desconocían al cierre de esta edición los datos definitivos, pero calculaban que se habrían vendido "alrededor de 1.500 o 2.000 kilos", con un precio máximo de 15 euros. Hace un año fueron 727 kilos, con un tope de 16,50 euros. En definitiva, que ayer se distribuyeron en las rulas de Arousa unos 5.000 o 6.000 kilogramos, lo cual constituye un buen arranque de campaña.

Prudencia

Independientemente de interpretaciones, y al margen de lo que digan los patrones, hay que tener muy presente lo que opina el sector de enmalle; esa flota formada por un millar de barcos en Galicia -la mitad en la provincia de Pontevedra- que utiliza las redes conocidas como miños para capturar el centollo y que las largó el domingo por primera vez para poder levantarlas ayer.

Los centoleiros pontevedreses -por ahora la campaña solo está en marcha en esta provincia- esgrimían mientras subían a bordo sus miños que "hay mucho y es de gran calidad, aunque habrá que esperar al menos una semana para hacer valoraciones más precisas".

Los más veteranos recurren de nuevo a la tradición y los dichos populares para aclarar que "este año hay poco pulpo", y eso suele ser sinónimo de abundancia de crustáceo, ya que el cefalópodo es su principal depredador.

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