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Manuel Seixas: "No sé si tendré fuerzas para escribir otra novela"

"La clave para que una clase salga bien o para que una página de un libro esté bien es darlo todo de ti mismo en cada momento"

Manuel Seixas, en la presentación de ayer en Vilagarcía. // Iñaki Abella

Manuel Seixas (Vilagarcía, 1961) es profesor de Filosofía en el instituto A Basella de Vilanova, y a mediados de los años 90 acarició el éxito con el grupo musical "Korosi Dansas" y con la novela "A velocidade do frío", con la que ganó el premio Xerais. Tras 16 años de silencio literario, vuelve a la actualidad con "Interferencias", una novela corta protagonizada por María e Xosé ("una Sagrada Familia de carne y hueso", en palabras de Seixas), que escribió durante una larga convalecencia por una dolencia mental que ha logrado superar. En sus presentaciones no solo habla del libro, sino también de esa época terrible de su vida, y de que es posible salir a flote. Ayer estuvo en la librería Nobel de Vilagarcía.

-Sus presentaciones son estriptis emocionales ¿No le da pudor desnudarse ante el público?

-Aunque alguna gente pueda caer en la lectura simplona de 'este pobre estuvo mal y salió de la oscuridad', creo que me compensa decirle a la gente que realmente lo está pasando mal que alguien que estuvo en su misma situación consiguió superarla. No descubro nada si digo que existe un estigma sobre la enfermedad mental, pero lo cierto es que tres cuartas partes del tiempo de cada presentación de esta novela las dedico a dar las gracias. Las gracias a las personas que me han ayudado, y las gracias a la vida por haber salido del infierno.

-¿Perdió entonces el pudor?

-Claro que tengo pudor, pero para mí el arte es algo que toca la fibra. Necesito sentir lo que hago. En mi opinión la única verdad es intentar dar todo lo que puedes de ti mismo en cada momento. Esa es la única clave para que una clase salga bien, para que una página de una novela esté bien escrita, para que una canción esté bien... Pero siempre tengo pudor. Me resulta agotador abrirme en canal como me abro en las clases, en las novelas o en la música.

-Pero aunque quiera transmitir un mensaje de esperanza a las personas que sufren dolencias mentales, su estilo literario no es en absoluto el de un libro de autoayuda.

-Por eso desligo el mensaje de la presentación de lo que es el libro en sí, que cuenta una historia dura. Para mí la novela es importante, y no solo por mí, sino también por la editorial y las personas que creyeron en ella, pero de paso que la presento también hablo de lo que pasé por si puedo ayudar a alguien. Del mismo modo que en una clase sobre Platón aprovechas para hablar algo sobre clasismo.

-Los protagonistas de "Interferencias" son una pareja cuyas vidas se cruzan ¿Es el amor el único antídoto contra el dolor de vivir?

-No y sí. Creo que lo principal es aceptarse a uno mismo, estar a gusto y en paz con uno mismo, y a partir de ahí es cuando puedes amar de verdad.

-Y el éxito, ¿sirve también como antídoto? Usted lo tuvo hace 20 años con "A velocidade do frío".

-Para mí hay dos cosas en las que tuve éxito: como padre y como profesor. El resto es cuestión de que el tiempo decida.

-Pero hay éxitos que son inmediatos, como el suyo cuando ganó el Xerais.

-Los griegos ya diferenciaban entre el éxito y la fama. La fama, que te recuerden por algo bueno después de muerto, sí que me gustaría. En cuanto al éxito, lo más importante para mí es tenerlo como padre y como profesor, y quizás, por qué no, como músico.

-¿Cómo músico y no como escritor?

-Me considero más músico que escritor. Sin literatura me sería difícil concebir la vida, pero sin música ya ni siquiera la concibo.

-¿Qué le parecen las reformas educativas de los últimos años?

-Estoy indignado. En el departamento de Filosofía del instituto tuvimos que luchar para que incluyesen una hora de clase alternativa de Valores Éticos para los niños que no quieren hacer Religión. Es increíble que aún estemos hablando de estas cosas a estas alturas... Tendría que haber un pacto de Estado por la Educación, pero la administración apenas le pregunta a los profesores, que somos los que estamos día a día en los centros educativos con los estudiantes.

-¿Falta Filosofía en la sociedad actual?

-Casi es normal que la Filosofía desaparezca, porque a los que nos gobiernan lo que les interesa es que la gente sea más borrega que ellos. La Filosofía es una asignatura que fomenta el pensamiento propio, el espíritu crítico, y eso es algo que al poder de aquí no le interesa. Mientras, en Estados Unidos las grandes empresas tienen profesionales de Humanidades en cargos intermedios para incentivar entre los empleados el sentido crítico y la capacidad de decisión. Al final, la Filosofía no es más que el diálogo tolerante.

-¿Qué son las "interferencias" con las que titula su novela?

-Esa gente que se cruza en tu vida, a veces de una forma tan silenciosa que ni te das cuenta de su presencia, pero que la acaban cambiando, a veces destrozándotela y otras para bien. Gente que llega y se queda en tu vida, o que pasa, pero que ha dejado una huella fuerte en ti. Personas que siguen ahí aunque haga veinte años que no las ves en persona.

-Sigue escribiendo música y poesía ¿Y narrativa? ¿Tiene algo más en la recámara?

-No sé si tendré fuerzas para escribir otra novela, aunque nunca se puede decir de este agua no beberé. Aunque a lo mejor me animo a escribir una segunda parte de "Interferencias" con un hijo llamado Jesús.

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