Una de las estancias más espectaculares de la casa de Vilanova embargada a Abalo e Iglesias es el garaje, donde hay un enorme botellero y un billar cubierto de cajas y otros enseres. Algunas de estas propiedades dan la sensación de que fueron abandonadas precipitadamente por sus moradores. En este caso, la leña acumulada para un invierno se acumula por el suelo sin orden alguno. La familia de este matrimonio, condenado por la Audiencia de Pontevedra a cinco años de prisión por blanqueo, no retiró numerosos objetos personales y recuerdos.