Alberto García García, alcalde socialista de Catoira desde hace tres décadas, compareció ayer en el Juzgado de Instrucción número 3 de Vilagarcía para dar su versión después de haber sido denunciado por un presunto delito de abuso sexual. Ahora será la jueza quien determine si se resuelve esto en un juicio o se archiva la causa, aunque el regidor insiste en que está "muy tranquilo" porque "se trata de una barbaridad sin razón de ser que solo obedece a una estrategia política".

La denuncia parte de Ana Pérez Santos, concejala socialista responsable de Igualdad entre los años 2007 y 2011, periodo en el que, según ella, se habrían producido los abusos. Los relata con todo lujo de detalles en la denuncia presentada el 19 de octubre en la Comisaría de Policía Nacional, donde habla de violaciones y todo tipo de acosos sexuales presuntamente cometidos por el alcalde.

El martes acudió al juzgado para ratificarse en la denuncia y ampliarla, llegando a asegurar que hay una funcionaria en Catoira que también habría sido acosada por el mandatario local, pero que no se atrevería a denunciarlo.

Y ayer tuvo lugar la comparecencia del propio regidor en este proceso de diligencias previas. Negó la mayor, lo achacó todo a las "fantasías y falsedades" de la denunciante y aseguró que la exconcejala "actúa por venganza, ya que quería una plaza de trabajo fija en el Concello y no la creamos".

A esto añade que "junto a la venganza personal y los problemas que puede tener la denunciante, existe una campaña de acoso y derribo a nivel político, ya que no pudieron conmigo en las urnas, durante tres décadas y ahora quieren desacreditarme en lo personal; tanto el PP como el BNG, pues este último grupo está visitando algunos pisos de Catoira para tratar de pescar en río revuelto".

En este sentido, señala que "no deja de ser llamativo que el abogado de la denunciante sea Martín Serantes Álvarez, un peso pesado en el PP provincial que tiene una clara animadversión hacia mi persona".

En su comparecencia de ayer ante la jueza, Alberto García García se mostró muy tranquilo "porque no tengo nada que temer y estoy muy agradecido a la Justicia por permitirme dar mi versión y defenderme tan rápido". Aunque eso sí, ya advirtió de que "esto no quedará así, ya que vamos a emprender acciones legales por los daños y perjuicios causados con esta denuncia infundada y malintencionada".

En su defensa esgrimió que "todo esto es una intoxicación y un despropósito absurdo por parte de alguien que se deja manipular y quiere atacarme, sencillamente porque ya me presionaba desde hace mucho tiempo para que creara una plaza fija para ella en el Concello; incluso habla de ello en sus declaraciones ante la jueza, además de incurrir en numerosas contradicciones".

Cuando se le pregunta si todo esto llegará a juicio, Alberto García responde que solo piensa "en que la Justicia está actuando con diligencia y en que estoy muy tranquilo porque sé que mi comportamiento durante tantos años ha sido siempre el correcto; y no voy a dimitir por culpa de una persona concreta, sino que debo seguir adelante para defender a mis vecinos".

Por eso quiere pedir a los catoirenses "que estén tranquilos", pues si bien presentó su baja en el PSOE, para no perjudicar al partido mientras dure este proceso, "voy a seguir como alcalde, trabajando por Catoira, mientras otros tratan de generar alarma social y quieren hacer que todo estalle por los aires".

A su salida del juzgado aseguró que los concejales "están conmigo porque saben quién soy", y en cuanto a su familia, explicó que "estamos todos muy tranquilos; mis hijos saben cómo soy y están a mi lado, y mi mujer puede tener algunos problemas por culpa de estas imbecilidades, pero también me apoya".

Para terminar, García recalcó que la denunciante "nunca tuvo problemas" con él de ámbito sexual "y sin embargo los tiene ahora, tres meses después de un nuevo proceso electoral; por eso creo que es todo una manipulación y una maniobra política, como lo es decir que hay otra funcionaria afectada... Lo que sucede es que el abogado del PP trata de atacarme y de manipular a la opinión pública para que se posicione en mi contra".

En cuanto la denuncia de Ana Pérez Santos, llega a decir que García se enamoró de ella, que la "mimaba" y la llevaba a los restaurantes más caros que jamás había visitado, pagando, supuestamente, con dinero público.

Asegura Ana Pérez que el regidor la invitó a varios viajes institucionales al extranjero y que fue en una ocasión a Dinamarca "por motivos estrictamente laborales".

También sostiene que cuando el alcalde, presuntamente, la tocó por primera vez, se apartó de él, pero sin embargo en ocasiones posteriores no se había atrevido a hacerlo. Fue así como llegaron las presuntas violaciones y otros actos sexuales, además de hablar de un supuesto acoso telefónico y otras presiones.

En la denuncia dice que llegó a ser vista como la "niña bonita" del alcalde, cuando gobernaba a su lado, y que "tras las agresiones me iba a mi piso sola y lloraba hasta quedarme seca de lágrimas, sufriendo crisis de ansiedad, tristeza e impotencia".

Asevera que ha vivido "al borde del precipicio" y que "el aliciente para conseguir plantarle cara a mi agresor" le llegó desde que el 4 de enero de 2009 empezó una relación con su actual marido. Por eso quiso irse, pero García la habría convencido para que siguiera hasta las elecciones de 2011, cuando se presentó de nuevo y volvió a salir elegida. Pero dimitió antes de tomar posesión, alegando problemas personales y quejándose de las amenazas e insultos que había recibido durante la campaña.