Un total de 17 empresas están interesadas en ejecutar la segunda fase de reforma de la plaza de abastos de Vilagarcía, que salió a concurso por un importe de 616.284,96 euros (sin IVA). Así, el Concello ha cerrado el plazo con más de una quincena de ofertas presentadas.

La primera mesa de contratación de esta obra tendrá lugar hoy en la casa consistorial a partir de las once de la mañana. A petición del BNG, el gobierno de Alberto Varela ha otorgado mayor transparencia a este órgano, pues ahora los cinco partidos con representación en la corporación están presentes en todas las adjudicaciones de obras de más de 200.000 euros y servicios de más de 60.000. En el anterior mandato las mesas de contratación solo estaban integradas por concejales del ejecutivo y de un grupo de la oposición, cuya participación era rotatoria. Por ejemplo, si en una mesa estaba el PSOE, en la siguiente le tocaba al BNG y en la próxima a Esquerda Unida.

En la mesa de contratación de hoy se abrirán las ofertas administrativas de las 17 empresas que compiten por realizar la reforma del mercado. Por el momento no se procederá a la adjudicación, pues en sucesivas convocatorias deben abrirse más sobres, como los correspondientes a las propuestas económicas.

Con todo, en ningún caso podría firmarse la contratación de la obra porque Patrimonio de la Xunta no ha comunicado al Ayuntamiento si autoriza o no la actuación, según confirmaron ayer desde el gobierno socialista. La concejala de Urbanismo, Paola María Mochales, está muy pendiente del dictamen autonómico, pero todavía no se ha emitido.

La reforma del mercado necesita obligatoriamente el visto bueno de Patrimonio para llevarse a cabo porque el edificio está catalogado. El ala este fue remodelada en la primera fase, y en esta segunda le toca a la parte oeste, la más próxima al pabellón de la verdura.

El proyecto contempla la demolición del anexo entre el inmueble principal y la nave donde venden las labradoras, actualmente en pleno proceso de obras para mejorar su estética. Con la demolición prevista, el objetivo del Concello es recuperar una fachada del edificio.

En la parte exterior de ese anexo funcionan en la actualidad tres puestos, que tendrán que ser reubicados en otro lugar. El Ayuntamiento ha decidido trasladarlos a una parte de la plaza de la verdura, en cuyo interior ya se ha levantado un tabique para separarlos de las campesinas que acuden martes y sábados a vender sus productos de la huerta de O Salnés.

Pero este no será el único traslado que debe organizar la administración municipal, pues los nueve placeros que trabajan en el ala oeste -objeto de remodelación- tendrán que instalarse en otro espacio durante el transcurso de las obras. Hoy mismo está prevista una reunión entre los ediles Juan Antonio Pérez Callón y Paola María Mochales con los comerciantes afectados. Sobre la mesa hay tres alternativas: en una parte de la plaza de la verdura, en una carpa exterior o en el primer piso del mercado, si bien esta tercera opción no agrada a los vendedores.

En otro orden de cosas, el portavoz del Partido Popular, Tomás Fole Díaz, criticó al ejecutivo socialista por no permitirle ver el expediente de la reforma de la plaza de abastos pese a haberlo solicitado por escrito. "El gobierno no impide acceder a los expedientes, máxime cuando, como es el caso, figura en la web. Que se requiera que la solicitud sea por escrito es implemente para llevar un mínimo control sobre la documentación, cuya custodia es deber de la administración", defienden desde el equipo de Alberto Varela.

En cualquier caso, los socialistas garantizan que "el anterior alcalde no va a recibir el mismo trato que los grupos de la oposición [cuando él gobernaba] para acceder a la información municipal".