Ropa, libros, juguetes, artículos de regalo, velas para el cementerio y también servicio de cafetería con dulces caseros donados por los vecinos, se ofrecieron durante las tres jornadas del mercadillo benéfico de la parroquia de Cea. Un buen momento para encontrar productos de oportunidad y al mismo tiempo hacer una obra benéfica, ya que la parroquia ayuda a unas quince familias en situación de emergencia.

La idea inicial de las catequistas que promueven el mercadillo era celebrar el evento el sábado y repetirlo ayer para recaudar fondos con las miras puestas a los gastos extraordinarios de las fechas navideñas. Pero el recinto en el que se celebra el mercadillo está junto al cementerio parroquial, por lo que los vecinos les pidieron que mantuvieran el servicio de cafetería también el domingo, en estas jornadas especiales de Difuntos. Y así lo hicieron.

La respuesta de la gente fue muy positiva y hubo momentos de aglomeración de público. Se vendieron muchos productos, especialmente velas, juguetes y ropa. La mayor parte de los artículos apenas superaban el euro, pero también había cazadoras de cuero que se vendieron a 15 euros. El servicio de cafetería fue también un gran éxito.

"Trabajamos mucho, pero estamos muy contentas por la respuesta de la gente. Teníamos las cuentas de la parroquia a cero y ahora contamos con dinero para ayudar a las familias necesitadas, dar una donación a Cáritas Interparroquial, destinar una parte a la parroquia y ayudar con los gastos extraordinarios de las próximas fiestas", explicó una de las catequistas de la parroquia de Cea.