Pepe y Lola son los apocorísticos que en mayor número de ocasiones se ven en los Registros Civiles de Galicia desde que en marzo de 2007 se admitieron de forma oficial, tras la reforma que impulsó el socialista Rodríguez Zapatero.

O Salnés ha sido la primera comarca en la que se abrió el debate cuando un vecino de O Grove tuvo dificultades para inscribir a su hijo con el nombre de Pepe, porque el pequeño nació días antes de que la norma entrase en vigor.

El uso de apocorísticos en los Registros Civiles es ahora un asunto casi ordinario, que ya no sorprende a casi nadie, aunque todavía se siguen produciendo casos que precisan de la intervención judicial.

Ocurrió en Vilagarcía hace dos años cuando unos padres quisieron llamar a su hija Lela, como apelativo diminutivo de Manuela.

El nombre no convencía por las connotaciones que en el diccionario tiene la palabra lela, es decir una persona con pocas luces; de ahí que se precisara un dictamen judicial para autorizar ese apelativo para la niña.

Ocurrió también un caso llamativo en Cambados, donde unos padres colombianos pretendían inscribir a la hija con el nombre de Nuemí, por lo que también se le pusieron reparos. Al final, los padres consultaron la ortografía y reconocieron el error por lo que fue inscrita finalmente como Noemí.

Ahora, esta situación se va a producir también en los hospitales públicos de toda España, y también en O Salnés, donde ya se abrió el registro en el que se pueden inscribir telemáticamente los nacidos en el centro sanitario. Y lo más llamativo es que el primer bebé inscrito fue, precisamente, una niña a la que sus padres decidieron llamar Lola.

Esto confirma que los funcionarios del centro hospitalario ya tienen muy presente que es posible que algunos padres les sorprendan con apocorísticos o con apelativos considerados "populares" o incluso que jamás hayan escuchado.

En el Registro Civil de Cambados se han visto nombres que hasta hace unos pocos años no se habían escrito en papel oficial ni por asomo. Además del caso de Pepe, entre 2014 y 2015 en los asientos del Registro se pueden contabilizar al menos tres niños con el nombre de Álex, otros tres con el de Tiago y el mismo número de Leos.

Pero también se han anotado nombres como Mauro (Amaro en gallego), Nóe, Lía, Iker, Teo, Isis, Katia, Mía, Manu (apocorístico de Manuel), Roi o Lola, por poner algunos casos ya habituales.

También aparecen nombres extranjeros, especialmente procedentes de la colonia de peruanos.