Una sociedad religiosa se hace cargo, desde hoy, de la Residencia Valle-Inclán de Vilanova de Arousa. Así lo reconocía ayer el que ha sido su gerente mientras las dependencias pertenecían a las empresas Nurtime y Residencia de Maiores 2013, Enrique Martínez Núñez, que también anunció su marcha de la dirección del centro tras unos años "muy duros" de lucha sindical de los que responsabilizó directamente a la CIG.

Martínez apuntaba que "yo ya he finalizado mi vínculo con la Residencia y ahora vendrá una sociedad religiosa de Valladolid para hacerse cargo de la misma", sin dar más datos al respecto.

El gerente de Nurtime no dudó en responsabilizar directamente al sindicato de la situación que ha vivido recientemente la Residencia, y asegura que "no estoy inhabilitado, porque esa sentencia de la que habla el sindicato ha sido recurrida, por lo que puedo ejercer en cualquier puesto de administración".

Niega un delito

Asimismo, Martínez Núñez asegura que tampoco hay personal en la residencia sin contrato y sin que se abone la Seguridad Social por ellos, ya que "eso sería un delito que nunca he cometido".

Por estas afirmaciones y por otras muchas que se han vertido desde el inicio del conflicto, Martínez ha optado por presentar una querella criminal personalizada en las figuras de los sindicalistas nacionalistas Xoán Xosé Bouzas "Tupi" y Esther Campoamor. "Van a tener que dar muchas explicaciones sobre todo lo que están diciendo y porque me han metido en un baile que no era el mío", insiste Martínez Núñez.

A mayores, el responsable de Nurtime entiende que "la CIG no ha ganado nada contra la Residencia , y lo único que ha conseguido es que varias de sus representadas hayan sido imputadas por un delito de falsificación por sus malas prácticas, algo de lo que van a declarar en un breve espacio de tiempo".