Cansados de aguardar por una solución que la Diputación de Pontevedra no parece dispuesta a dar, los responsables de la Escola de Gaitas provincial van a comenzar a impartir las clases a partir del próximo 3 de noviembre. Lo harán en varios puntos de la provincia, entre ellos, la Casa do Mouriño de Corón, en Vilanova de Arousa, a donde regresarán un mes más tarde de lo esperado. El director de la Escola, Hipólito Cabezas, apuntaba ayer que "nuestra intención es abrir las puertas y comenzar a trabajar, no sabemos muy bien cuánto tiempo vamos a poder durar, pero tenemos muy claro que, si no regresamos a la actividad, este centro estará totalmente muerto".

Como novedades con respecto a los nueve cursos anteriores, los alumnos se van a encontrar con la necesidad de hacer frente a una cuota mensual por recibir las clases, cuando antes eran de carácter totalmente gratuito.

"La retirada del respaldo de la Diputación nos obliga a cobrar por este servicio y somos conscientes de que el número de alumnos, que en Vilanova era de setenta, se va a ver drásticamente reducido porque muchos ya se han buscado otras alternativas y otros no pueden hacer frente a ese coste y les va a resultar imposible continuar su formación al retirar la Diputación este servicio", explica Cabezas. El director del centro mantuvo ayer una entrevista con el regidor de Vilanova, Gonzalo Durán, para abordar la situación de la Escola de Gaitas, al que le agradece su implicación en la supervivencia de "un servicio que prestábamos a la ciudadanía". Esta actitud, continúa Cabezas, contrasta con las de los responsables actuales de la Diputación a los que "he solicitado todo tipo de entrevistas, tanto al diputado de Cultura como a la propia presidenta y todavía estoy esperando a que me contesten, condenándonos a una muerte por inanición".

La Escola de Gaitas nació hace casi una década para formar gaiteiros y nutrir la que sería la Banda de Gaitas de la Deputación Provincial de Pontevedra. Su puesta en marcha fue criticada en su día por varias asociaciones de gaiteiros, que cuestionaban sus "escasos vínculos" con la música tradicional gallega, cuestión que siempre se ha negado desde la Escola, donde, además de interpretar piezas de música tradicionales, encargaban todos sus instrumentos a los principales artesanos que existen en Galicia. Esa discusión de "puristas" acabó llevando la sede de la comarca de O Salnés a Vilanova, tras ser rechazada por Vilagarcía. En la casa da cultura de O Mouriño se formaban jóvenes de toda la comarca.