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San Simón cierra una de las mejores romerías del pulpo de toda la provincia

La comisión admite un repunte de gente joven -Las ventas fueron algo más bajas, pues la "paga" aún no se cobró, explican

La parroquia de Baión se convirtió en la capital de la gastronomía arousana en el día grande de San Simón, cuya capilla al pie de la carretera recibió la visita de miles de fieles durante el fin de semana. El buen tiempo acompañó durante los tres días una romería a la que ya aludía Valle Inclán en sus obras literarias, no en vano nació el mismo día en que se conmemora al santo, un 28 de octubre de hace 149 años.

Coincidencias aparte, de toda la comarca es sabido que la cita con el pulpo de San Simón es inexcusable. Así de rotunda se expresa Primitiva Bemposta Gorís, una mujer que nació hace 86 años al lado del pazo de Baión y que conoce la tradición del pulpo "de toda la vida". "Éramos 10 hermanos y el dinero era justo en casa pero recuerdo que cuando era niña mi padre siempre compraba alguna ración en la romería, aunque solo fuese para la prueba y el restante se cocinaba en casa", explica ilusionada delante de la capilla.

Primitiva Bemposta, que vivió en Cuba y Venezuela durante años, no quiso perderse ayer esta tradición como otros muchos vecinos que ya a las diez de la mañana esperaban por "las primeras tajadas" y a degustar el vino nuevo que ya está listo tras una excelente vendimia.

Y como dicen Fefa Vidal y Sandra Gómez, miembros de la organización, "la romería ha sido espectacular con una animación tremenda tanto de día como de noche". El cambio de las atracciones y la ampliación del recinto ha significado un paso importante para que la fiesta tenga cada año un mayor número de seguidores. "Hubo muchísima gente joven", aseguran las dos miembros de la comisión.

Esta recuperación también fue posible por el buen tiempo que reinó durante las tres jornadas. "Llovió un poco el sábado pero enseguida se recuperaron las temperaturas, por lo que casi se roza la apoteosis", aseguraba otro vecino que prefiere guardar el anonimato.

Aunque el viento corrió a favor también hubo versiones menos optimistas, en especial en los puestos de venta de pulpo y rosquillas, porque "aún quedan unos días para que los mayores cobren sus pensiones", analizan en los puestos. "Hemos notado que los ingresos han bajado ligeramente con respecto al pasado año", admite María Arzúa, al frente del puesto de "Rosquillas Cristaleiro", de Gondomar.

Del mismo parecer es Concepción González, pulpeira de O Carballiño, asídua a San Simón desde hace 55 años, pues "tengo ahora 69 y desde los 13 o 14 ya venía con mi padre porque soy hija y nieta de pulpeiros". Como ella, otra docena de expertos pulpeiros se dieron cita en esta tradicional fiesta de Vilanova donde "la calidad del pulpo es la clave", insiste la popular cocinera.

"Conchy" González reconoce el buen hacer de los vecinos de Arenteiro con el exquisito cefalópodo pero duda de la teoría de que hayan sido los monjes de Oseira quienes dieron con la receta. "Mi abuelo ya acudía a O Grove para cambiar quesos y chorizos por puylpo y nunca se comentó tal cosa".

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