Los reproches del Partido Popular a la última edición de la Festa do Marisco se han hecho esperar aunque no queda ni un solo aspecto de la organización en el que no se hayan fijado, pues tan solo reconocen que se vendieron más raciones "porque la cita duró un día más" que en anteriores ediciones.

El portavoz popular, Fernando Meis sostiene que "la deficiente gestión va a destruir el enorme prestigio que poseía, gracias al esfuerzo y al trabajo de muchas personas a lo largo de su más de medio siglo de vida".

Asegura Meis que muchos asistentes han cuestionado desde la calidad del producto al precio o las enormes colas para la compra de tíckets, la limpieza, las actividades o la más que insuficiente promoción del certamen.

A su vez, el PP expone que hace suyas las quejas "de numerosos vecinos y profesionales de la hostelería por la permisividad mostrada con los horarios de cierre de la cafetería de la fiesta, regentada por el cuñado del alcalde Cacabelos".

Asimismo ponen énfasis en la "lejanía" de los aseos públicos y en el hecho de que estuvieron "muy eesatendidos". Ello provocó, afirma Meis, la repetición "de patéticas imágenes de personas haciendo sus necesidades entre los coches aparcados y en cada esquina del entorno de la fiesta".

A mayor abundamiento, el PP critica la suciedad del recinto cuando "la limpieza fue en todas las anteriores ediciones, uno de los aspectos más cuidados y destacados".

En cuanto a la promoción del evento gastronómico, que aspira a lograr el reconocimiento de Fiesta de Interés Turístico Internacional, aseguran que ha sido mucho más pobre de lo imaginable. "La publicidad en prensa y radio fue nula, pero ese ahorro tampoco se compensó con el habitual trabajo que se hacía durante el verano y en semanas anteriores, de contacto y envío de información a las agencias de viaje y a ciudades donde se había presentado la fiesta".

En este sentido ponen de manifiesto el error de no celebrar el Día de Portugal, en especial porque este año se eligió Lisboa para el acto de presentación a nivel internacioonal del evento gastronómico.

Por otra parte critican a Cacabelos por el hecho de que en esta ocasión no se haya hecho entrega del Centolo de Ouro al pregonero de la fiesta, "el afamado restaurador y defensor del producto gallego, el cocinero Yayo Daporta".

Finalmente critican la tardanza en la edición del programa de fiestas.