La tradición de la última romería del año en Vilanova nunca defrauda, especialmente en el apartado gastronómico, donde el pulpo y el "viño novo" demuestran lo que los expertos gourmets calificarían de perfecto maridaje. San Simón congregó en torno a la pequeña capilla que lleva su nombre a toda clase de devotos, la mayor parte interesados en acudir a sentarse a las numerosas carpas que se instalan en la zona para degustar las viandas, más que a los oficios religiosos.
Atraídos por la gran cantidad de personas que acuden cada año a la romería, San Simón también se ha convertido en una especie de mercadillo en el que no solo se venden raciones de pulpo y "cuncas de viño novo", sino que también se han instalado puestos de todo tipo en los que adquirir desde delicias gastronómicas hasta ropa o flores para el próximo Día de Todos los Santos.
En un evento de estas características tampoco faltan las atracciones y la música. En la verbena nocturna que se celebró ayer participaron las orquestas "Gran Parada" y "Filadelfia", mientras que para hoy está previsto que salten al escenario los conjuntos "Pontevedra" y "Sintonía de Vigo". A estas orquestas les corresponderá despedir una romería que hasta el propio Ramón María del Valle-Inclán, uno de los grandes genios de la literatura y oriundo de Vilanova, ensalzó en alguna de sus obras, al coincidir su celebración con su cumpleaños, y a donde asistía para escuchar los romances de ciego.
El traslado del núcleo central de la fiesta a los terrenos del polígono le ha sentado bien a la romería, sobre todo por el gran espacio al que se puede acceder sin ningún tipo de peligro. Sin embargo, gran parte de la romería continúa celebrándose al pie de la PO-531, con el riesgo que eso supone de que pueda registrarse algún incidente.
