La ensenada de O Esteiro es uno de los parajes naturales y económicos más importantes de Vilanova de Arousa que, tras décadas sumida en el abandono, comienza a ponerse en valor. Primero fue el saneamiento para favorecer a las mariscadoras, pero ahora la Dirección General de Costas, en colaboración con el Concello, ha puesto en marcha la construcción de una senda litoral que bordea la ensenada y sirva para realzar los valores naturales de esta lengua de mar.

Operarios de Costas comenzaron la pasada semana con las mediciones y los trabajos previos para acometer la obra, cuya primera fase, irá desde la casa da cultura hasta los emblemáticos molinos de Currás, tres edificaciones que se encuentran en ruinas. Posteriormente se procederá a continuar con la actuación hasta cubrir con una senda todo el borde litoral de O Esteiro, uniendo la zona de Caleiro con O Terrón. La senda se propone completar las que ya existen en diferentes puntos de Vilanova, como As Patiñas, O Terrón o As Sinas y cuyo principal objetivo es poner en valor el litoral vilanovés, uno de los más extensos de la comarca de O Salnés.

Esta actuación también es un primer paso hacia una de las reivindicaciones más importantes que han realizado los vecinos de Currás en la última década, la rehabilitación de los molinos que se encuentran en la desembocadura del río que lleva el nombre del lugar y que, en la actualidad, se encuentran en estado ruinoso, pese al importante valor etnográfico que acumulan.

La última vez que se abordó la posibilidad de recuperar esas emblemáticas construcciones se remonta al año 2011, cuando el Concello anunció su intención de buscar financiación para ese proyecto, con el fin de salvaguardar la riqueza natural y el patrimonio histórico y etnográfico de la zona.

De hecho, ese proyecto tenía como objetivo no solo recuperar el elemento arquitectónico en sí, sino todo el sistema de molienda y el entorno vinculado a los molinos, creando una especie de centro de interpretación ligado a la etnografía y también a la riqueza natural de la ensenada de O Esteiro.

Varios jóvenes de la zona de Currás crearon en su día un pequeño documental en el que se realizaba un pequeño viaje a través del río para descubrir tanto los numerosos molinos del cauce, como los continuos vertidos que sufría. En los últimos tiempos, el interés por actuar sobre los tres edificios volvió a recuperarse a través de las redes sociales, en las que se creó un perfil para salvar los "muiños", iniciativa a la que se sumó una carta remitida por los vecinos de la zona a la Diputación para que pusiese en marcha un proyecto similar al de la Ruta da Pedra e da Auga. A esa propuesta, la Diputación respondió con otra misiva en la que se comprometía a estudiar esa posibilidad, aunque nunca se llegó a poner en marcha ninguna iniciativa con carácter formal. El Currás también fue incluido en el Proxecto Ríos de Adega, a través del cual se analiza la situación de contaminación que sufre un cauce fluvial.