La segunda fase de reforma de la plaza de abastos de Vilagarcía obligará a reubicar un total de once puestos mientras duren las obras, que deben comenzar este año para no perder la subvención de la Xunta con la que se cofinancia la actuación.

El concejal de Mercados, Juan Antonio Pérez Callón, visitó el miércoles la plaza y comentó al presidente de la asociación de placeros, Juan Carlos López, que "pronto" convocará una reunión con los comerciantes afectados directamente por las obras de reforma, es decir, los del ala oeste, para consensuar una reubicación.

Según apunta López, los once puestos afectados se reparten en cuatro carnicerías, una tienda de congelados, una de fruta, una cafetería y cuatro mesados de verdura.

El Concello está a la espera de recibir el informe de Patrimonio que le permita iniciar las obras. Mientras tanto, el gobierno de Alberto Varela ha iniciado igualmente la tramitación administrativa del concurso de la obra para que no le pille el toro en cuanto a plazos. Así, ya se ha abierto el período de presentación de ofertas por parte de las empresas. El 3 de noviembre se abrirán los primeros sobres.

El PSOE modificó el proyecto de remodelación presentado por el gobierno anterior. Suprimió las escaleras mecánicas planteadas por el PP, optando por un ascensor que una las dos plantas. La escalinata principal se conservará y se demolerá el anexo que une el edificio principal con el pabellón de la verdura para poner en valor la fachada oeste.

El piso superior, actualmente en desuso, se dedicará a uso hostelero, con degustaciones, cursos de cocina y otras actividades, emulando al mercado de San Miguel de Madrid pero a pequeña escala.