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Cativos ya comunicó en primavera al Sergas que quería dejar la guardería del Hospital

La empresa sostiene que en aquel momento la escuela estaba al completo y con niños en lista de espera, y que por lo tanto no buscan únicamente la rentabilidad económica

Algunos de los padres matriculados en la escuela infantil "Mafalda". // Iñaki Abella

La empresa Cativos ya le comunicó verbalmente a los directivos del Sergas en la primavera pasada que lo más probable es que no optasen a seguir gestionando la guardería del Hospital do Salnés después del 31 de agosto, que es cuando se terminaba el contrato que habían firmado en su día con el Servicio Galego de Saúde (Sergas). Aún así, la dirección sanitaria no aprobó hasta mediados de agosto, a menos de 15 días de que terminase el contrato, el pliego de condiciones del nuevo concurso.

Así lo afirmó ayer un representante de Cativos, que quiere de ese modo alegar que la empresa no tiene culpa del polémico cierre de la guardería "Mafalda", y de los inconvenientes que esto le supondrá a los padres de los 13 niños matriculados, que tendrán que buscar plaza en otras escuelas infantiles a sabiendas de que en muchas de ellas ya las tienen todas cubiertas desde hace meses.

Cativos alega al respecto que en primavera avisaron verbalmente al Sergas de que posiblemente dejarían la guardería al finalizar su contrato, el 31 de agosto. La empresa añade que posteriormente, en julio, remitió un escrito oficial al Servicio Galego de Saúde "porque vimos que aún no habían convocado el nuevo concurso, así que queríamos que tuviesen presente que nosotros no íbamos a repetir".

Según la versión de la firma, la Consellería de Sanidade se habría puesto entonces manos a la obra, aprobando el pliego de condiciones del nuevo concurso a mediados de agosto, apenas dos semanas antes de que terminase el contrato de Cativos. "Pero entonces nos pidieron que nos quedásemos un poco tiempo más, hasta que les diese tiempo a terminar el proceso de contratación con la nueva firma, y les dijimos que sí", añaden fuentes de la empresa. Así las cosas, llevarían trabajando en prórroga desde principios de septiembre "por así decirlo por hacerle un favor al Sergas, que pudo convocar el concurso antes".

Según esta versión, si la administración hubiese realizado antes el trámite administrativo de contratación, los padres ya no hubiesen matriculado a sus hijos en "Mafalda" al ver que el futuro de la escuela estaba gravemente comprometido, o hubiesen aceptado las plazas que se les concedieron en otras escuelas infantiles, incluida la municipal de Vilagarcía.

Así las cosas, desde Cativos quieren dejar claro que su decisión de irse del Hospital do Salnés no se debe únicamente a una cuestión de rentabilidad económica. "La primera vez que le dijimos al Sergas que lo más seguro es que no continuásemos en la guardería fue en marzo pasado, y en aquel momento estaban matriculados los 25 niños con plaza y había varios más en lista de espera".

Cativos es una empresa con una treintena de establecimientos -algunos de ellos en régimen de franquicia- en comunidades autónomas como Galicia, Castilla la Mancha, Castilla y León, Canarias o Murcia. En el caso del Hospital do Salnés lleva al frente de la escuela infantil desde su apertura, en enero de 2005. Si finalmente se procede al anunciado cierre, la medida supondrá el despido de tres trabajadoras.

Sobre este asunto, las citadas fuentes de la empresa aseguran que confiaban en que la nueva concesionaria asumiese por subrogación a las tres trabajadoras. Finalmente, la empresa recalca que aún no han recibido ningún tipo de comunicación oficial de la Xunta de Galicia de que en efecto se vaya a cerrar la escuela el 31 de este mes de octubre.

Asimismo, la empresa añade que "a día de hoy (por ayer) aún no tenemos comunicación oficial alguna de que se vaya a cerrar la escuela", y que no ha tenido ningún contacto formal con la administración sanitaria. "Nos enteramos del cierre por la prensa, como los padres", añade el empresario.

En el concurso convocado por la Xunta de Galicia sí se presentó una firma, que es la que gestiona la escuela infantil del Hospital do Barbanza, pero ésta desistió finalmente de la plaza, por lo que quedó desierta la adjudicación.

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