La presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva visitó ayer Cambados y anunció al grupo de gobierno que las obras de cambio de cubierta de la piscina municipal empezarán en primavera, ya que es a partir de esa época del año cuando baja la asistencia de usuarios al centro.

Asimismo, Carmela Silva se ha comprometido a que la empresa que hizo la reforma del pabellón del instituto Ramón Cabanillas resolverá de forma definitiva las persistentes goteras que tiene la instalación deportiva. Ya se hizo una actuación de arreglo, pero sigue habiendo goteras.

Otro de los asuntos que se pusieron sobre la mesa fue el centro de día, puesto que las obras acumulan ya varios meses de retraso, y el Ayuntamiento desconoce qué planes tiene sobre este servicio la Consellería de Traballo e Benestar. El Concello pidió una entrevista con el conselleiro hasta en tres ocasiones, pero la conselleira ni siquiera le contestó, de ahí que Carmela Silva se haya comprometido a preguntar por el centro de día en la próxima reunión que va a mantener con el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo.

Asimismo, el Concello ha pedido la colaboración de la Diputación en un proyecto que quieren poner en marcha en colaboración con la organización de autónomos UPTA para promover la inserción laboral en oficios de tierra de los trabajadores del sector del mar que han quedado en paro mediante la celebración de cursos con los que puedan aprender los rudimentos de otros trabajos. La Diputación de Pontevedra intentará echar una mano mediante la búsqueda y gestión de fondos europeos.

También se habló del mal estado del edificio de la Rúa Nova que el Ayuntamiento de Cambados ha cedido gratuitamente a la Mancomunidade do Salnés para establecer allí su sede. El cemento de las vigas del inmueble, de más de 30 años de antigüedad, se cae en varias partes, lo que con el tiempo incluso podría amenazar la estabilidad del inmueble.

El cuatripartito pulsó la posibilidad de que la Diputación colabore económicamente con la obra, pero Carmela Silva aseguró que esto es imposible en el presente año, alegando que su predecesor en el cargo, Rafael Louzán, gastó antes de irse prácticamente todas las partidas reservadas para obras.

Así las cosas, Fátima Abal apuntó a la posibilidad de que los demás concellos de la Mancomunidade colaboren económicamente con los arreglos necesarios en el edificio (una reforma integral costaría en torno a 40.000 euros), trasladando entre tanto las oficinas de la Mancomunidade a Exposalnés, que ya fue en su día sede del Centro Comarcal do Salnés.