La guardería infantil que hay en el primer sótano del Hospital do Salnés cierra el 31 de este mes. Una situación que afectará a 12 familias; la mayoría de los niños matriculados (todos ellos de hasta tres años) son hijos de personas que viven o trabajan en la zona de Rubiáns y sus alrededores, y otros cinco lo son de personal del centro sanitario comarcal.

La guardería la gestionaba hasta este año la empresa Cativos, pero al terminársele el contrato la Xunta de Galicia convocó un nuevo concurso público para proceder a la adjudicación. Solo que en el nuevo pliego de condiciones había una novedad relevante, y es que se establecía que la empresa concesionaria ha de obtener todos sus ingresos de las cuotas de los padres, al desaparecer la subvención por niño que daba la Xunta hasta este año.

Con esta modificación de las condiciones, Cativos optó por no presentarse al concurso, y solo concurrió una firma, la sociedad limitada Aurora, Pilar y Ana, que es la que gestiona en estos momentos la escuela infantil del Hospital do Barbanza. Así las cosas, la Consellería de Sanidade tenía previsto adjudicarle el servicio a esta firma, pero las empresarias debieron echar sus cuentas y considerar que el proyecto era excesivamente arriesgado, pues acaban de comunicar a la Xunta que desisten del contrato.

Así las cosas, y sin nadie que quiera hacerse cargo de la escuela infantil, ésta se verá abocada al cierre a finales de este mes. Hasta entonces seguirá en manos de Cativos, que cuenta en el centro con tres trabajadoras, a las que presumiblemente cesará con el cierre de la escuela infantil.

Fuentes consultadas sostienen que en la situación actual "la guardería del Hospital do Salnés es inviable económicamente al no existir las ayudas de la Xunta por niño", hasta el extremo de que en los últimos años el centro pasó de contar con unos 25 matriculados (su capacidad máxima) a solo una docena. "Nadie puede soportar esa situación porque es inviable económicamente", añaden las mismas fuentes.

La Consellería de Sanidade, por su parte, manifestó a media tarde de ayer que "en estos momentos el servicio no le resulta rentable a la empresa". Recuerda que en el centro solo hay 12 niños matriculados, de los cuales solo cinco son hijos de trabajadores del Hospital, y admite que en el nuevo concurso público sí se ha retirado la subvención por niño que se le daba hasta ahora a Cativos.

La cuota mensual por niño rondaba los 200 euros mensuales. El servicio tenía también la posibilidad de comedor.

Padres, niños y trabajadores

Así las cosas, y si administración y empresa no encuentran un arreglo en los próximos días y se formaliza el cierre, se originará un problema tanto para los padres, que tendrán que buscar ahora otro centro público o privado donde puedan dejar a sus hijos, con la dificultad que eso supone al haber comenzado ya en septiembre el curso de Infantil y tener muchas guarderías las listas cerradas desde entonces, como para los niños, que deberán acostumbrarse a los cambios de monitores y espacios.

El cierre del servicio supondría el despido de tres trabajadores, que seguirán prestando el servicio hasta finales de mes.

El de la escuela infantil no será el único servicio de gestión externa que estará cerrado en el Hospital do Salnés si nada lo evita. Otro negocio que lleva meses cerrado es el del quiosco de la planta baja, que ha quedado desierto en más de una ocasión pese a su buena ubicación justo en la entrada del Hospital y al lado de la sala de espera donde esperan los pacientes de cirugía ambulatoria.