Los apoyos del BNG y de Somos Maioría -en este último caso a excepción de una abstención y un voto en contra- permitieron al gobierno socialista de Vilagarcía sacar adelante su propuesta de revisión de tasas e impuestos para 2016. El único cambio en relación a la propuesta inicial del PSOE es que el tipo impositivo del IBI rústico no se incrementará del 0,3 al 0,8 como planteaban los socialistas, sino que aumentará solo hasta el 0,7 a petición del BNG. Alberto Varela tuvo que aceptar la enmienda nacionalista para poder contar con los apoyos suficientes para aprobar el encarecimiento de la contribución en el rural, un cambio que afectará a unas 600 propiedades frente a las 30.000 que se beneficiarán de una bajada del tipo impositivo de la urbana -que no del recibo- del 0,6 al 0,58, según cifró el alcalde.

Los cambios en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) -el tributo de gestión municipal de mayor importancia- recibieron luz verde por una mayoría simple, con los votos a favor de PSOE (8) y BNG (2), la abstención de Somos Maioría (1) y el rechazo de PP (7) y Esquerda Unida (3), si bien los argumentos esgrimidos por populares e izquierdistas se sitúan en las antípodas unos de otros.

En lo único en lo que coincidió toda la oposición fue en denunciar "falta de diálogo" del ejecutivo socialista, al presentar una propuesta sin posibilidad de incluir sugerencias antes del pleno por falta de tiempo para la elaboración de nuevos informes técnicos. Con todo, el regidor insistió en que la de ayer fue una aprobación inicial y que durante el periodo de alegaciones el gobierno está abierto a incluir los planteamientos de la oposición.

Mientras que el PP denuncia su desacuerdo con una "subida del 166%" del IBI rústico, Esquerda Unida basa sus votos en contra en las "pocas modificaciones" que aprecia en la nueva política fiscal "más justa y progresiva" que defiende el gobierno. El portavoz de EU, Jesús López, considera que se compensa la subida del IBI rústico con el descenso del urbano, una afirmación que más tarde Varela quiso desmentir, pues recordó que "en los cálculos" hay que incluir la ampliación de las bonificaciones (como la de la contribución a las familias numerosas de cualquier vivienda, no solo de protección oficial, la exención en el pago de las tasas de agua y basura a beneficiarios de Risga o subsidio de desempleo o el doble de descuento del IAE a las empresas por generar empleo). En este sentido, EU apuesta por conceder las bonificaciones fiscales en función de la renta per cápita.

Tras escuchar a los cuatro partidos de la oposición, el alcalde realizó un breve resumen de su propuesta de ordenanzas, "realista y ajustada a la situación económica y social de la gente, aplicando un reparto más equitativo y justo de la carga fiscal". En definitiva, el PSOE defiende que grava "a quien más tiene".

En cuanto al caso concreto de la bajada del tipo impositivo del IBI urbano, una promesa electoral de los socialistas, Alberto Varela dejó claro que "es para contrarrestrar el catastrazo del PP". Reiteró que la subida de la rústica "solo va a afectar a titulares de grandes chalés y fincas". "El dueño de un chalé de 500 m2 y una parcela de 1.600 pagaba de IBI 249 euros, cuando por un piso de 80 metros en el centro se paga bastante más", ejemplificó el primer edil.

Por su parte, Xabier Ríos (BNG) argumentó su apoyo a los 14 tributos al considerar los cambios "un paso adelante" en lograr impuestos "más justos y progresivos, mientras que Gaspar Somoza (SM) fue desgranando sus argumentos tasa por tasa. Rechazó la subida del agua.