La LII Festa do Marisco concluyó con cifras que ni se esperaban los organizadores pues, a pesar de que llovió casi todos los días, se batieron con mucho los registros de la anterior edición. Los datos provisionales cierran con 116.794 raciones que generaron unos ingresos de 532.137,1 euros muy por encima de los 475.000 euros de 2014 y por tanto del número de raciones ya que los precios se congelaron.

Emma Torres Romay, teniente de alcalde y responsable de Turismo, considera que la celebración ha sido un éxito rotundo y sin fallos dignos de mención aunque la avalancha de gente "obligó a reforzar el personal el último fin de semana".

Y este buen funcionamiento fue posible aunque apenas "tuvimos tiempo para organizar la fiesta" y de que "más de la mitad de las 70 personas que trabajaron en el recinto lo hacía por vez primera", explica la edil.

Con todo, el éxito debe atribuirse a la avalancha de personas de toda España que se han hecho eco de la fiesta de O Grove, y que han desbordado por momentos las mejores previsiones.

"Los percebes se agotaron al sexto día y también las zamburiñas a la plancha, los primeros porque la Xunta prohibió su pesca debido al mal tiempo y, los segundos por el éxito que tuvo este plato durante la fiesta", explica la edil.

Del resto hubo de todo durante los doce días, incluso el domingo cuando los comensales despacharon nada menos que 22.191 raciones y dejaron en caja más de cien mil euros. El día anterior se vendieron 20.897 raciones y el lunes algo más de diez mil, según los datos estadísticos facilitados ayer por la organización.

Emma Torres se muestra gratamente sorprendida con estos resultados que relaciona muy directamente con la decisión de instalar distintas carpas cubiertas en O Corgo. "Aunque llovió casi todos los días, el público pudo participar de todas las actividades de la fiesta porque estaba guarecido e iba de una a otra sin apenas mojarse", valora.

A su juicio también la carpa de degustación del marisco ha tenido muy buenas calificaciones por parte de los asistentes, según las valoraciones a pie de calle que realizó el personal de Turismo.

"Bajo la carpa había unos doscientos puestos para comer y hubo momentos en el que todos estaban ocupados", reconoce Torres quien asegura que con este número de personas es imposible pensar en poner sillas suficientes. "El modelo en próximos años tiene que ser el mismo" y sostiene que no puede valorar posibilidades como los extraordinarios puestos que se instalan para la degustación de pulpo en el San Froilán de Lugo, por poner algún ejemplo de fiesta gastronómica de lujo.

Asimismo, el gobierno de O Grove reconoce que las mejores fechas para la fiesta del marisco son las correspondientes a las más inmediatas al Puente del Pilar, tanto porque se facilita la presencia de turistas de todo el mundo como por el hecho de que "se aprovechan las vedas".

Es de destacar precisamente el hecho de que el rey del marisco, el centollo, no está presente en esta cita gastronómica porque su pesca esta prohibida hasta el mes de noviembre, cuando O Grove ensalzará este producto en sus restaurantes que se sumen al evento.

También cabe destacar el éxito de la feria de oportunidades que al hilo de la fiesta del marisco fue organizada por los comerciantes de Emgrobes y que ha tenido un público muy fiel.

No se puede olvidar tampoco el éxito de la exhibición escultórica en el paseo de la playa de Peralto con ocasión de la Bienal de Escultura, fallada el lunes.