El Ayuntamiento de Vilagarcía acaba de publicar en el Boletín Oficial del Estado una relación con más de cinco mil deudores del impuesto de bienes inmuebles a quienes no se lo ha podido comunicar por el procedimiento ordinario y les insta a que acudan a las oficinas en un plazo de quince días.
El promedio de la deuda ronda los doscientos euros por propiedad por lo que la reclamación supondría para las arcas municipales cerca de un millón de euros, si bien se trata de un cálculo muy complejo pues algunos deudores han dejado pendiente el pago de cinco euros y otros más de 15.000.
En la lista aparecen sobre todo varias constructoras que son propietarias de bienes inmuebles, pero que en algunos casos han desaparecido por lo que la notificación es imposible de practicar salvo a través del boletín oficial.
Y también resulta complejo en ocasiones cuando la sede social se encuentra en otros municipios de Pontevedra o incluso en provincias distintas y muy lejanas.
Sería el caso de la empresa Torrent 1997 que adeuda a la administración local más de 16.000 euros correspondientes a unas ochenta propiedades sujetas al Impuesto de Bienes Inmuebles. En este caso se le reclaman distintas cantidades que rondan los 200 euros por cada una de ellas, según se refleja en la gaceta oficial.
Figura también la firma Crilemo, asentada en Barcelona, que aunque conserva solo dos bienes sujetos a impuestos en Vilagarcía, debe 750 euros por el impago del tributo correspondiente al ejercicio de 2013.
También existen casos contrarios por los que un particular figura en el listado de apremio por deudas de cinco o de siete euros, correspondientes también a bienes inmuebles aunque en estos casos podrían referirse a terrenos rústicos, pero también a las viñetas.
Entre los deudores llama la atención el número de personas que tienen su domicilio en Madrid, por lo que serían titulares de segundas viviendas o pisos de vacaciones, como también ocurre con los de la provincia de Ourense y otros muchos asturianos o catalanes.
En los deudores de la capital pontevedresa también llama la atención el número de reclamaciones a la empresa Dosean de la ciudad del Lérez. En el listado figura con más de un centenar de reclamaciones referidas al año 2013 con pagos pendientes que oscilan entre los 5 y los 130 euros, lo que sumado da una deuda relevante.
En relación con Vilagarcía de Arousa, es de destacar la deuda que se reclama al propietario del pazo de San Antonio do Pousadoiro. En este caso se le reclaman tres recibos del año de referencia, uno de ellos por importe de 756 euros.
Aunque como la anterior tiene su domicilio en Caldas de Reis, otra de las empresas deudadoras del IBI al Ayuntamiento de Vilagarcía es la firma Pazos Souto, del excalcalde de Portas, Roberto Vázquez, a quien se reclaman dos recibos por importe de 277 euros, otros dos de 37 y un par de casi nueve euros.
Firmas constructoras afincadas en la comarca figuran asimismo en varias páginas del BOE publicado ayer como es el caso de Promociones Arsimon S.L a quien se reclaman cerca de un centenar de recibos con cantidades muy variadas, desde los cinco euros de algunas a los 737 por una de las propiedades. Obresa, con sede en Vilagarcía, ocupa también un enorme espacio en el boletín.
Figuran además personas que han tenido vinculación con operaciones de narcotráfico, caso de Terezinha de Jesús Carballo, vinculada a Pelopincho, a quien se reclaman casi 2.500 euros por una decena de propiedades que figuran a su nombre todavía en el Ayuntamiento de Vilagarcía de Arousa. Otro de los deudores conocidos con dos recibos de 54 euros, es David Pérez Lago, hijo de la difunta esposa de Laureano Oubiña.
Obviamente, los casos más numerosos son de vecinos de la propia ciudad de Vilagarcía, con importes también muy variables. Asociaciones de vecinos, comunidades de propietarios y comerciantes figuran en este listado.
Pero en la relación aparecen vecinos procedentes de otros países, incluso de China, como es el caso de Zhang Mingyin que tiene sendos recibos por importe de 148 euros correspondientes a dos locales de su propiedad en la capital arousana, si bien este tipo de casos se quedan en simples anécdotas.
