Una treintena de vecinos de O Salnés se han ofrecido a prestar ayuda a los refugiados sirios cuando la Unión Europea desbloquee su situación y comience su realojo por los diferentes Estados. La práctica totalidad son particulares, pero también hay autónomos que se prestan a dar ayuda legal o psicológica a los asilados, e incluso un club deportivo, como el San Martín de fútbol.

Ayuntamientos como los de Vilagarcía, Cambados y O Grove han atendido la demanda de las federaciones estatal y gallega de municipios y provincias (FEMP y Fegamp, respectivamente) de elaborar un censo con los servicios que están en disposición de ofrecer tanto a nivel de administración pública, como de los vecinos. Estos pueden acudir a los concellos a inscribirse como voluntarios, indicando en qué pueden ayudar a los refugiados que huyen de la guerra que está asolando su país.

Más de una treintena de personas se han dirigido ya a los concellos para ofrecerse. En Vilagarcía el club de fútbol San Martín, de Vilaxoán, se ofrece a abrir sus entrenamientos a los refugiados, y especialmente a los niños, para facilitarles la integración social a través del deporte. Un vecino de Carril puso a disposición del Ayuntamiento una casa familiar completa con cuatro habitaciones que tiene vacía, y hay personas que se brindan a acompañar a los refugiados en sus horas libres, o para ayudarles en los trámites administrativos. Otros vilagarcianos están dispuestos a acompañar al colegio a los niños o a darles clases sobre costumbres de la zona y de lengua castellana.

El Ayuntamiento de Vilagarcía, por su parte, pone a disposición del operativo un piso con capacidad para una familia, así como todos los recursos municipales, como los de empleo, servicios sociales o asesoría legal.

Cambados y O Grove

El perfil de los registros que se están haciendo en Cambados y O Grove es similar. El primero de los municipios ha recibido una docena de ofertas. Una psicóloga ha ofrecido asesoramiento psicológico, habida cuenta de que la mayoría de los refugiados están huyendo de una situación muy traumática. En algunos casos, según relatan, incluso veían peligrar su vida y las de sus familias por la proximidad de los bombardeos o del Estado Islámico.

Otras personas se comprometen a dar clases de idiomas, un abogado prestará asesoramiento legal, y hay dos ofertas de alojamiento. El portavoz del gobierno, Xurxo Charlín explica que un vecino manifestó en el Ayuntamiento que cuenta en su casa con espacio para entre tres y cuatro personas, mientras que otro puso a disposición un apartamento que tiene vacío y en el que hay espacio para una familia de entre tres y cuatro personas. "Hay gente que también nos ofrece ropa y ayudas económicas en metálico", añade Charlín.

En O Grove también han recibido una docena de ofertas de voluntariado, tres de ellas de alojamiento. Las hay para refuerzo educativo -un profesor indica que está dispuesto a dar clases particulares- o para ayuda administrativa. La edil Noemí Outeda señala que todavía tienen abierto el periodo de inscripción, y que los impresos pueden obtenerse tanto en el Concello como a través de la página web.

Cáritas

Pero también quieren colaborar organizaciones que ya tienen una amplia experiencia en acogida de inmigrantes, como es el caso de Cáritas. Esta organización no gubernamental dispone para los asilados sirios del apartamento que hay en la casa de acogida de San Cibrán.

El director de Cáritas Interparroquial, Francisco Fernández explica que "en la casa disponemos de habitaciones, pero también un apartamento con cocina y tres habitaciones, que nos permitiría acoger a una familia completa y que disfrutase de un ambiente más íntimo".

El papel de Cáritas Interparroquial ya había sido decisivo a mediados de la década pasada, cuando a las costas peninsulares del sur y de las Islas Canarias llegaron docenas de pateras con inmigrantes subsaharianos, algunos de los cuales encontraron un refugio temporal en la casa de Sobrán.

El Papa Francisco también hizo un mes un llamamiento para que todas las parroquias acogiesen a al menos una familia, y en O Salnés los sacerdotes mostraron su disposición a ayudar dentro de sus posibilidades.